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Intensos combates en la región fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica

Toda la acción bélica en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, que se intensificó en las últimas horas, gira alrededor de la anunciada gran ofensiva de la Guardia Nacional de Somoza para recuperar el puesto aduanero de Peñas Blancas. En este lugar se encuentra el cuartel general de las fuerzas sandinistas que penetraron en la zona hace quince días.

Las luchas fueron especialmente intensas en un área situada al oeste de Peñas Blancas, donde, según fuentes sandinistas, trataba de actuar un comando de la Guardia Nacional, compuesto por cuarenta hombres, con el objetivo de dinamitar los puentes de Cabalceta y Las Vueltas, vitales para el suministro de las tropas insurgentes. El Estado Mayor del FSLN anunció que había neutralizado dicha operación.Un alto oficial de la seguridad costarricense, Willy Azofeifa, que visitó la franja fronteriza para preparar la visita al presidente Rodrigo Carazo, confirmó que, según todos los indicios, la Guardia de Somoza consideraba objetivos militares prioritarios aquellos dos puentes situados en territorio de Costa Rica, y que incluso sobre el de Cabalceta la aviación somocista había dejado caer bombas de quinientas libras, una de las cuales no había estallado al caer. Azofeifa declaró que en adelante iba a ser más estricto el tránsito de civiles, pero que seguiría permitiendo el paso de sandinistas y de suministros no bélicos para las fuerzas insurgentes.

Azofeifa no negó y contestó con un «puede ser» a una pregunta sobre quién estaba defendiendo la franja fronteriza de unos cuatro kilómetros de ancho por veinte de largo entre el río Las Vueltas y la raya divisoria con Nicaragua. Parece un hecho que la Guardia Civil costarricense ha confiado al FSLN el control absoluto sobre dicha zona.

Fuentes sandinistas aseguraron que el lunes por la tarde cayó en su poder el cuartel de Matagalpa, con lo que el control de dicha ciudad por parte del FSLN es total. Los sandinistas ocuparon también la pequeña localidad de Sebaco, vital para las comunicaciones hacia Matagalpa y Estelí, al noreste del país. El FSLN asegura tener bajo control veinte ciudades y poblados en todo Nicaragua.

En Managua, mientras tanto estaba prevista ayer una nueva reunión del Congreso nicaragüense, que está utilizando la abandonadas instalaciones del hotel Intercontinental como lugar de sesiones. En dos ocasiones anteriores, dicho órgano legislativo no pudo constituirse por falta de quórum. Noticias procedentes de Managua señalan que el Congreso, si llega a celebrar una sesión formal, podría Otorgar un voto de confianza al presidente Anastasio Somoza y aprobar una moción de censura contra la resolución de la Organización de Estados Americanos, que pidió la inmediata renuncia del dictador nicaragüense.

Escasez de alimentos

Los efectos de la guerra en la capital de la República, sobre todo en el terreno sanitario, ya se han dejado sentir. Un representante de la Cruz Roja señaló el lunes, en un angustioso llamamiento, que habían aparecido brotes de fiebres tifoideas y de tétanos y aseguró que la organización no disponía de vacunas para prevenir dichas enfermedades epidémicas. Indicó igualmente que la escasez de alimentos era ya alarmante en todo el país.Para hoy se esperaba el regreso a sus habituales lugares de residencia de los embajadores norteamericanos en Panamá y Managua, que durante dos días conferenciaron en Washington con el secretario de Estado adjunto, Christopher. Igualmente regresará a San José el embajador especial William Bowdler, que ha mantenido contactos frecuentes con el Gobierno de reconstrucción nacional y miembros de la dirección del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

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