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Los crimenes de guerra nazis no prescribirán en Alemania Federal

El Parlamento de la República Federal de Alemania (Bundestag) decidió ayer por una mayoría de treinta votos, abolir la prescripción de los delitos de sangre, incluidos los crímenes cometidos durante el nazismo por las SS y otras organizaciones paramilitares. En total, 258 diputados, en su mayor parte socialdemócratas y liberales, favorecieron esta opción, mientras que la mayoría de los democristianos y algún liberal prefirieron apoyar la prescripción también para los asesinatos por las mismas razones, se dijo, porque motivan que se aplique a los demás delitos.

«Después de Auschwitz ningún asesinato debe prescribir en Alemania», dijo el ministro de Defensa, Hans-Jochen Vogel, «y esto no sólo por razones humanitarias, sino también jurídicas». Su oponente más destacado en el campo de la oposición, Alois Mertes, insistió, en cambio, en la necesidad de mantener la «legitimidad» y la «paz jurídica» frente a presiones ajenas a la pura actividad legislativa. Un parlamentario democristiano trató de reforzar la defensa de la prescripción, dominante en su partido, recordando que, al fin y al cabo, Alemania había pagado ya los crímenes nazis con asesinatos de alemanes en los días siguientes a la guerra, con destrucción de la patria y división en zonas de ocupación.Con el resultado de esta votación se cierra una larga polémica en la que han jugado un papel no desdeñable los países vecinos de Alemania, que sufrieron de un modo especial las consecuencias de la ocupación nazi.

En dos ocasiones el Parlamento amplió el plazo de prescripción para facilitar que prosiguiesen las pesquisas y los procesos contra responsables en las matanzas de los campos de concentración.

En 1950, una vez los tribunales alemanes recuperaron su autonomía respecto de las cuatro potencias vencedoras en la guerra, se fijó el plazo de prescripción en veinte años, a los que se añadieron diez más en 1969. El plazo de treinta años finalizará en diciembre próximo, por lo que, de no haberse abolido la prescripción, a partir del 1 de enero de 1980 hubieran podido ingresar en la RFA sin temor a ser procesados los delincuentes nazis que aún viven anónimamente en el exterior o dentro de la propia RFA.

La edad media de estos criminales, supuestos o reales, es de 67 años, según cálculo elaborado partiendo de los 85.000 casos identificados y sometidos ya instrucción procesal. De todos estos casos, solamente se han consumado hasta ahora 6.500 procesos y quedan otros 4.000 ya incoados, pero hasta ahora paralizados a la espera de la decisión del Parlamento. En cifras relativas, este total tan sólo significa un 11,4 % de los casos conocidos.

Una vez el Parlamento federal ha dado ya el paso hacia la abolición de la prescripción, Bonn se encuentra en condiciones de ratificar las convenciones del Consejo de Europa y de las Naciones Unidas sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Queda, sin embargo, una sombra de desconfianza en determinados sectores democráticos, que observan atentamente la actuación de los tribunales alemanes al dictar sentencia contra antiguos supuestos criminales nazis.

A las pocas semanas de la decisión absolutoria de un tribunal en el caso de algunos funcionarios del campo de concentración de Majdanek, acusados de asesinatos en masa, otro tribunal ha condenado a nueve años de cárcel al comandante del campo de concentración de Gassen, cerca de Cottbus, Walter Knop, de 66 años. Este impartió una orden por la que sus subordinados debían asesinar durante la evacuación de este campo a todos aquellos prisioneros que se resistiesen a continuar la marcha hacia Leipzig.

Durante el debate parlamentario irrumpieron en la tribuna de oyentes del Bundestag varios antiguos prisioneros de campos de concentración.

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