Interés soviético por la conferencia de Japón
La Unión Soviética muestra especial interés por los temas a tratar en la conferencia de los siete, en Tokio, y así se lo ha hecho saber el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, al canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Schmidt, quien hizo escala de tres horas en Moscú en su viaje a Japón. El político alemán se mostró favorable a la convocatoria de una conferencia paneuropea sobre la energía, a celebrar en el próximo año.En el aeropuerto moscovita de Evnukovo, Schmidt, junto con Gromiko y el presidente del Consejo de Ministros soviético, Kossiguin, trataron principalmente tres temas. En primer lugar, analizaron los problemas de la seguridad internacional, las posibilidades del desarme y la última reunión celebrada en Viena para la firma del acuerdo SALT II, tratado que ha sido apoyado por parte alemana y calificado de «impulso favorable para la paz mundial». En la conversación se refirieron a la preparación de la conferencia de Madrid del año 1980.
En cuanto a las relaciones internacionales, se analizó la situación actual de Oriente Próximo, Africa y Asia central. Mientras Schmidt se mostró partidario de convocar una conferencia auspiciada por la ONU sobre el tema de los refugiados asiáticos, los soviéticos mostraron sus reticencias ante la iniciativa. Hubo la consiguiente referencia a la reducción de tropas en Europa central, asunto en el que desacuerdo se concreta en cifras, puesto que los dirigentes soviéticos no aceptan la superioridad numérica de soldados, 180.000, que les atribuyen fuentes occidentales.
El mayor tiempo de las tres horas que duró la escala se dedicó a los asuntos económicos. Schmidt señaló su interés porque la Unión Soviética participe en las reuniones principales que celebren los países productores y consumidores de energía. Los problemas actuales fueron analizados minuciosamente, y mientras Gromiko expresaba su interés por la cumbre de Tokio, el canciller alemán quiso saber los principales temas que se tratan en las reuniones, iniciadas ayer en Moscú, de la 33 asamblea de los diez países socialistas que integran el CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica).
