El PSOE se reserva el derecho a negociar "todo el contenido" de los estatutos

El PSOE hizo entrega ayer a la prensa de sus consideraciones a los proyectos de estatutos de autonomía del País Vasco y Cataluña. Ambos textos son prácticamente idénticos; no explican sus posibles objeciones a los proyectos, y se limitan a reservarse el derecho de entrar en la negociación de todo el contenido de ambos estatutos. Felipe González confirmó que llegar a un acuerdo sobre dichos textos en el seno de su partido había supuesto un «duro debate», pero «el acuerdo ha sido posible porque todos somos socialistas», agregó el señor Carvajal, presidente de la gestora del PSOE.Uno y otro documento -los referidos al Estatuto vasco y al catalán- comienzan con la afirmación de que es necesaria una «interpretación amplia» de la Constitución, que permita «la máxima profundización de las competencias de las comunidades autónomas y la garantía más rigurosa del principio de solidaridad entre todos los pueblos de España».

Inmediatamente después se especifica que «el derecho a la autonomía que asiste a todos los pueblos de España comporta un tratamiento de igualdad de posibilidades, que ha de ser entendido como ausente de privilegios de unas comunidades respecto de otras, y como respeto lógico a las diferencias que se deriven de los diversos condicionamientos históricos, socioeconómicos y culturales, así como al distinto grado de conciencia colectiva».

Las únicas diferencias entre ambos textos se refieren al clima reinaíite en las dos comunidades autónomas, cuyos estatutos se encuentran en tramitación. Así, el Estatuto de Euskadi «tiene para nosotros, además de los valores intrínsecos de representación de aspiraciones legítimas del pueblo vasco», dice el PSOE, «el valor instrumental que supone la creación de un clima de paz y convivencia democrática en Euskadi». El texto dedicado al Estatuto catalán constata que este último, «al margen de sus valores intrínsecos, ha sido elaborado en un clima social y político de serenidad y ha concitado el apoyo unánime de las fuerzas políticas que en el ámbito catalán intervinieron en su redacción», lo cual «contribuye a que el inicio del proceso autonómico esté enmarcado por actitudes permanentemente abiertas al diálogo y a la negociación».

Igualdad no es igualitarismo

En la conferencia de prensa que acompañó a la entrega de los textos, Felipe González matizó que «igualdad de tratamiento no significa igualitarismo». Podría llegarse al absurdo de que la total igualdad de trato a las diversas regiones «nos hicieran llegar al mismo punto de partida del que salimos; el derecho a la igualdad significa ausencia de privilegios de unas comunidades respecto de otras, pero lógicamente la razón del proceso autonómico es reconocer la especificidad de cada una de ellas».Respecto a los conciertos económicos, el líder socialista indicó que «personalmente no me gustan», pero si no hay privilegios, «entraremos en la negociación».