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Sorprende en Viena el aparente buen estado físico de Leónidas Brejnev

Sonriente, con muy buen aspecto, Leónidas Brejnev llegó ayer a Viena, trece horas después que el presidente Carter. En contraste con el mandatario norteamericano, el secretario general del Partido Comunista soviético se abstuvo de hacer declaración alguna sobre la reunión en la cumbre que hoy comenzará, a nivel de trabajo, en la capital de la neutral Austria.

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Para sorpresa de los diplomáticos norteamericanos, que temían que la larga enfermedad de Brejnev le impidiera mantener conversaciones fructíferas con el presidente Carter en esta décima cumbre soviético-norteamericana, el buen estado del máximo dirigente del Kremlin robó la atención de periodistas observadores y permitió augurar que los líderes de las dos potencias mundiales mantendrán en Viena tres días de negociaciones «intensas y llenas de contenido», aparte de firmar el próximo lunes el segundo Tratado de Limitación de Armas Nucleares Estratégicas (SALT II).Al descender del avión Ilyushin-62, el secretario general no requirió ayuda física de sus acompañantes, como es tradicional ya en los recientes viajes y apariciones públicas del líder soviético, pero sí necesitó agarrarse a la barandilla de la escalera. El rostro de Brejnev, sin embargo, no mostraba signo externo visible de la reciente recaída de su enfermedad y, según constataban funcionarios soviéticos, su estado general de salud puede calificarse de «bueno», e incluso mucho mejor que el que le permitió, hace dos semanas, realizar una visita de Estado a Hungría.

Se dice que el líder soviético, de 72 años, padece leucemia desde hace cinco años, aunque otros aseguran que es un tipo raro de cáncer, posiblemente de laringe.

Los dos líderes de las superpotencias mundiales se encontraron, por vez primera en sus vidas, a las seis de la tarde, hora local de Viena, cuando acudieron a rendir los honores protocolarios al presidente de la República austriaca, Rudolf Kirchslaeger, en el palacio presidencial. Su encuentro, de quince minutos, se prolongó, por la noche, en el palacio de la Opera, cuando ambos presenciaron el estreno de una nueva versión, dirigida por el prestigioso Karl Böhm, de la obra de Mozart El rapto de Serrällo.

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Para cubrir la primera cumbre de los dos presidentes, un acontecimiento que ha sido imposible hasta la fecha ante las reticencias de Brejnev frente al «desconocido» Carter, se han concentrado en Viena más de 1.800 periodistas, de los cuales por lo menos doscientos se encuentran alojados en un cuartel de la ciudad, por falta de habitaciones en los hoteles.

El texto del tratado SALT II, así como los protocolos adicionales, que se completaron el jueves por la noche, fue aceptado en pricipio ayer por medio de la firma con iniciales de las dos representaciones que lo han negociado en Ginebra.

Respecto a los otros temas de la cumbre, la jornada de ayer se caracterizó en Viena por las campañas interesadas en contra de ciertos aspectos y problemas pendientes de negociación entre los ,dos países. El tema de los derechos humanos, los disidentes y la emigración judía soviética fueron sacado a relucir por diversos grupos y agencias internacionales.

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