La Guardia Nacional inicia una contraofensiva
La Guardia Nacional de Nicaragua inició ayer una contraofensiva al norte del país con empleo de material de guerra pesado. La jornada bélica se caracterizó por la utilización de artillería de grueso calibre, por parte del Frente Sandinista, para replicar al fuego de la aviación del ejército de Somoza, que, con apoyo artillero naval, bombardeó las posiciones guerrilleras en la zona de la bahía de Salinas, junto a la frontera suroccidental con Costa Rica. El ejército de Somoza intentó varios desembarcos en la zona, mientras su Estado Mayor gestiona la compra de aviones británicos a reacción, informan los sandinistas. La noche pasada, Managua fue escenario de enfrentamientos entre guerrilleros y policías. Se extiende por el país la psicosis de que se avecinan sangrientos combates.
Centenares de nicaragüenses y muchos extranjeros residentes aquí pugnan desde hace cuatro días por las muy escasas plazas de avión disponibles para abandonar el país. El aeropuerto de Las Mercedes, en Managua, se ha convertido en una Babel atestada de familias enteras, de padres que tratan de enviar a sus hijos al extranjero. de comerciantes y hombres de negocios foráneos amedrentados por la grave situación nicaragüense.
Es otra dolorosa consecuencia de la guerra. Muchos de los habitantes de las ciudades más afectadas por enfrentamientos y combates han abandonado sus hogares para buscar seguridad con familiares o amigos. Estas personas dejan pertenencias, puestos de trabajo, prefieren la pobreza al peligro de un tiro o una bomba. La influencia de estos éxodos interiores, patentes en largas columnas de hombres, mujeres y niños que, con banderas blancas, salen de Chinandega, Masaya, Rivas, León, es muy seria en la ya quebrantada economía nicaragüense.
Las embajadas evacuan a sus súbditos
Algunas embajadas extranjeras como la de la República Federal de Alemania, han decidido evacuar a su súbditos. Hasta ahora, más de 120 personas de dicha nacionalidad han salido de Nicaragua Honduras también repatrió a una veintena de estudiantes de Agricultura que seguían estudios en la castigada ciudad de Rivas, después de que uno de ellos muriera en los combates de la semana pasada. Estos países han usado aviones especialmente enviados para la ocasión, pues los vuelos regulares que habitualmente tocaban Managua se han reducido en más del 80% en las últimas horas.Todas estas circunstancias son un termómetro eficaz para medirla cada día más alta temperatura de la situación nicaragüense. La tensión no se relaja. Muy al contrario, las horas que pasan van añadiendo más gravedad al conflicto, al que no se ve salida.
Una prueba evidente son los sucesos de durante toda la noche del viernes y la madrugada del sábado. En diversos barrios de la ciudad, el Frente Sandinista desató una fortísima ofensiva, que se interpreta como el preludio de la tan anunciada acción sobre la capital de la República. Los guerrilleros levantaron barricadas en las entradas de los barrios, quemaron vehículos y se enfrentaron a las patrullas de la Guardia Nacional que trataban de desalojar a los guerrilleros.
Durante toda la noche se oyeron disparos, ráfagas de ametralladora, estallidos de bombas en los cuatro puntos cardinales de Managua. Una gran parte de la población no durmió, atemorizada. En la mañana de ayer, el tráfico de personas y vehículos fue notablemente inferior al de días anteriores.
El dramatismo de la situación en Managua está aumentado con las confusas y contradictorias noticias que llegan de Masaya, a treinta kilómetros al sur de la capital, y escenario en las últimas horas de violentísimos enfrentamientos entre la Guardia Nacional y el Frente Sandinista. El Ejército asegura que ha tomado el control de la localidad, después de que un convoy de refuerzos consiguiera emparedar entre dos fuegos a los guerrilleros. Estos, por su lado, señalan que han conseguido la rendición del cuartel de la Guardia Nacional y que su dominio sobre la ciudad es total. A la hora de enviar esta información no había sido posible confirmar cuál de las dos versiones es la verdadera: las comunicaciones telefónicas estaban cortadas y el acceso al centro de la población era prácticamente imposible.
La situación en Matagalpa, al norte de Nicaragua, parece ser igualmente dramática. Allí fuertes contingentes de guerrilleros han rodeado el cuartel de la Guardia Nacional, que espera la llegada de refuerzos.
La defensa de Managua, objetivo del Ejército
Los jefes del Ejército parecen sustentar la teoría de que es preferible abandonar a su suerte a las guarniciones de las ciudades alejadas de Managua en las que se producen enfrentamientos antes de dejar a la capital desprovista del grueso de tropas. De la misma forma, se intuye que la táctica de los sandinistas es crear focos de tensión en puntos diversos del país para forzar a la Guardia Nacional a dispersar hombres y armas, principalmente concentrados en Managua, y poder así lanzar con más perspectivas de éxito su ofensiva sobre la capital.Como cualquier acontecimiento, sea de la índole que sea, se relaciona aquí con la guerra abierta que vive el país, los observadores conceden singularísima importancia a la visita anunciada para hoy por los ministros de Asuntos Exteriores de Venezuela y Ecuador, señores Zambrano y Ayala, respectivamente. Ambos ministros, que parecen ser portadores de una iniciativa pacificadora surgida en el Pacto Andino, se entrevistarán con el presidente Anastasio Somoza, nada más llegar al país. Algunas fuentes señalan que los diplomáticos tratarán de conseguir un cese de hostilidades, aunque no se sabe bajo qué clase de condiciones.
Es muy difícil que los ministros citados puedan realizar, con alguna perspectiva de éxito, dicha gestión, pues las posturas que se enfrentan en Nicaragua están muy radicalizadas. Somoza no quiere, ni siquiera, oír cualquier solución que implique su salida del poder. Y los sandinistas establecen, precisamente, ese punto como condición sine qua non para negociar.
