_
_
_
_

El aeropuerto de Managua, cerrado al tráfico internacional

Con la guerrilla sandinista combatiendo a la Guardia Nacional en todas las poblaciones importantes que rodean a la capital y el toque de queda en vigor desde las ocho de la tarde a las cuatro de la mañana, ayer fueron suspendidos todos los vuelos con escala en Managua. El Frente Sandinista ha advertido a las compañías internacionales del peligro que corren sus aviones si sobrevuelan el espacio aéreo nicaragüense. Debido a la censura de prensa -hoy no salen los diarios de oposición a Somoza La Prensa y El Pueblo-, las únicas noticias que recibe la población llegan desde la radio de Costa Rica y por la emisora del FSLN, Radio Sandino.

Más información
"La guerra contra la violencia en Nicaragua es justa"

La guerrilla sandinista combate en todo el país contra el Ejército nicaragüense. Aunque, al parecer, Somoza sigue controlando la situación, se enfrenta ya a una guerra abierta y generalizada, mientras amplios sectores de la población apoyan a los sandinistas y la huelga general convocada por éstos continúa desde el lunes.Las ciudades de León, Matagalpa, Ocotal y Granada, en Nicaragua, se encontraban ayer prácticamente bajo control del Frente Sandinista, según esta organización, que continuaba ayer sus ofensivas sobre las ciudades de Masaya y Ticuantepe. Los guerrilleros arrebataron a la Guardia Nacional dos tanques de fabricación norteamericana tipo Sherman, mientras que en varias emboscadas, una de ellas a cincuenta kilómetros de Managua, se cortaron los itinerarios de convoyes militares que acudían al sur del país con refuerzos para las tropas de Somoza. Noticias de última hora señalaban la extensión de los combates al interior de la capital, Managua, si bien la vigencia del estado de sitio impide la verificación plena de este extremo.

Los observadores políticos se preguntan las ventajas que el Gobierno de Anastasio Somoza va a obtener de la declaración del estado de sitio, vigente desde el mediodía del miércoles en toda Nicaragua. Una medida así, en opinión de aquéllos, significa la aceptación de que nos es posible mantener el control de la situación por medios normales, lo cual a fin de cuentas, no supone más que una cosa: debilidad.

Otras versiones señalan que la pretensión del Gobierno ha sido institucionalizar, darle carácter legal a una situación que existía de hecho y asegurar mayor liberta de acción a las patrullas de la Guardia Nacional que vigilan los centros urbanos de Nicaragua, sobre todo por la noche. En estos últimos días, la noche se convertía en el tiempo más apropiado para la acción urbana de los guerrilleros sandinistas. Con el establecimiento del toque de queda, la Guardia Nacional dispone de justificación legal para disparar -simplemente- contra cualquier persona que circule por las calles a partir de esa hora.

No faltan quienes señalan que la declaración del estado de sitio tiene mayores alcances. Esas fuentes piensan que el Gobierno ha detectado algún tipo de maniobra interna que podría poner en peligro la estabilidad del régimen, y que el general Anastasio Somoza se ha adelantado a tal eventualidad.

Los medios de información locales están, igualmente, afectados por las circunstancias de excepción. La Dirección de Radio y Televisión ha reiterado a las emisoras la prohibición de dar noticias sobre hechos bélicos o políticos, y en una curiosa nota ha ampliado el espectro de lo prohibido «a los efectos especiales que puedan causar alarma a la población, tales como sirenas». Dicha dirección ha establecido también cómo deben ser las voces de los lucutores, haciendo expresa mención de que la locución «angustiada» no se permitirá.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_