Los socialistas piden la adecuación de la agricultura a la CEE

El ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, criticó ayer a quienes desde la tribuna del Congreso pretendían interpretar sus relaciones con su propio grupo parlamentario, que -dijo- son estrechas y cordiales. El señor Lamo de Espinosa tomó la palabra para contestar las intervenciones de los distintos grupos parlamentarios y agradecer las numerosas coincidencias que se habían producido. a su juicio, con el programa de política agraria que él había expuesto.El ministro de Agricultura señaló que no existía incoherencia entre este programa y los precios agrarios recientemente aprobados o los Presupuestos Generales del Estado. Señaló que en el capítulo de las importaciones había que suprimir el sistema de comercio de Estado que ha regido en los últimos años y potenciar, por el contrario, la privatización. Calificó su programa de «política reformista, concreta y precisa» y explicó que la política de precios agrarios debía seguir existiendo para servir a los fines para los que ha sido creada: ayudar a un mejor equilibrio entre la oferta y la demanda.

El señor Lamo de Espinosa dijo que aceptaba que se le criticara, le preocupaba que la Oposición le elogiara, y no admitía, de ningún modo, que se le interpretara. «Mi programa es mínimamente intervencionista», agregó, «pero creo que resulta evidente que algo hay que intervenir para proteger la renta de los agricultores».

El ministro de Agricultura reafirmó su propósito y el de todo el Gobierno de llevar a cabo la reforma que había expuesto.

En nombre del Grupo Socialista del Congreso intervino el diputado Santiago Marraco, quien, en su crítica del programa agrario expuesto por el señor Lamo de Espinosa, insistió en los problemas que al sector agrícola español le causa su futura integración en la Comunidad Económica Europea. El señor Marraco pidió que el crédito agrícola fuera más selectivo, y afirmó que la Administración estaba dando por perdida ya la batalla sobre el sector lácteo. «En cuanto nos integremos en la Comunidad Europea, los ganaderos españoles se van a encontrar en una situación grave. .Santiago Marraco dijo que el programa expuesto por el ministro no se llevaría a cabo, «porque todo lo que tiene de progresivo será cercenado por el propio partido del Gobierno». Se refirió a la importancia que en la historia de España habían tenido los movimientos campesinos, y manifestó que en la actualidad el malestar en el campo era grave.

En representación del grupo centrista del Congreso hizo uso de la palabra el señor Rodríguez Alcaide, quien afirmó que había quedado perfectamente claro que el Gobierno dispone de un programa coherente en materia de agricultura y que no perdía de vista en ningún momento la futura integración de España en la CEE. Estimó que era necesario cambiar la estructura productiva del campo, y expresó su satisfacción por los proyectos de ley anunciados por el Gobierno, especialmente los encaminados a proteger la tierra de los emigrantes y a facilitar el acceso de la juventud a la propiedad de la tierra.

El señor Rodríguez Alcaide señaló que los hombres y mujeres de UCD tienen libertad para incluso intentar mejorar los proyectos remitidos por el Gobierno centrista. «UCD no quiere una agricultura de Estado», terminó, «pero sabe que no es posible una agricultura moderna y eficaz sin la participación de la Administración ».