"La ayuda a la enseñanza privada irá en detrimento del sector estatal"

«La financiación de la enseñanza privada no se realizará a costa de una desatención a la enseñanza estatal», declaró ayer el ministro de Educación, José Manuel Otero Novas, en el curso de una rueda de prensa, que estuvo precedida de una larga exposición de las líneas generales de la política que va a realizar su departamento en los próximos cuatro años.

De esta exposición se desprende. que el nuevo equipo de Educación continuará, en esencia, la política anunciada en su día por el anterior titular del departamento, Iñigo Cavero, en coherencia absoluta con las líneas del programa electoral de UCD en materia educativa. Este programa se centra en el reconocimiento del principio de libertad de enseñanza, entendido en el sentido de hacer realidad el que los padres puedan elegir el tipo de educación que desean para sus hijos.El matiz diferenciador se encuentra en el especial énfasis que el señor Otero Novas pone en la idea de una «política compensatoria», una idea que el ministro viene repitiendo desde que se hizo cargo del departamento. Y así, al referirse ayer a la progresiva consecución de una igualdad de oportunidades y en consonancia con la política de «ayudas» para hacer efectiva la gratuidad de enseñanza, afirmó que «estas ayudas exigen establecer reales oportunidades para la igualdad y, en consecuencia, un trato desigual a favor de quienes arrancan de un nivel más bajo y se hallan sometidos a condicionamientos socioeconómicos y culturales negativos y afectados por carencias básicas».

En consonancia con esta política compensatoria, el ministerio se propone prestar una atención preferente a la educación preescolar, elevando la tasa de escolarización en este nivel del 70% actual al 80% en 1980, para llegar al 100 % en 1984.

Un segundo factor lo constituye la potenciación de la enseñanza profesional, para lo que el departamento de Educación va a presentar un proyecto de ley de enseñanzas medias y profesionales que no sólo reestructure el BUP y potencie la formación profesional, sino que también cree un tronco común de enseñanzas entre los primeros cursos de BUP y los de formación profesional.

En todo caso, la idea central de la política compensatoria parece basarla el señor Otero en la «búsqueda de la justicia no sólo entre clases sociales, sino también entre zonas geográficas». Dijo textualmente al respecto que «ningún español puede permanecer con la conciencia tranquila, ninguna reivindicación, por legítima que sea, puede ser plenamente atendida, mientras haya zonas en España que carecen de los servicios más elementales». En este sentido se pretende «dar prioridad a la inversión y a la dotación de servicios en las zonas más abandonadas».

La educación permanente de adultos y la atención a los deficientes físicos y psíquicos son otras dos vías por las que pretende encauzarse la política educativa de los próximos años. A este último respecto, el ministro señaló el objetivo de conseguir la escolarización total en el nivel de EGB para todos los deficientes en el cuatrienio 1979-1982, para lo que se van a crear 180.000 nuevos puestos sobre los 90.000 existentes.

Anunció la intención de ratificar los proyectos de ley de financiación de la enseñanza obligatoria y de estatuto de centros para no retrasar su tramitación, pero que se presentarán, a través del Grupo parlamentario de UCD, determinados cambios en dichos proyectos.

En cuanto a la financiación de los centros privados que imparten los niveles obligatorios de la enseñanza, desechó la idea del cheque escolar, por tratarse de un «ideal irrealizable» y complejo desde el punto de vista administrativo. Dijo también que se mantendrá provisionalmente el actual sistema de subvenciones, ajustando los módulos económicos actuales al precio real del puesto escolar estatal.