Prohibición definitiva de despegue para los DC-10 y los "Airibus" europeos en Norteamérica

Las autoridades norteamericanas de aviación civil ordenaron ayer la suspensión inmediata y por tiempo indefinido de todos los vuelos de reactores comerciales del modelo DC-10, al haberse detectado en el mismo «graves problemas estructurales», que podrían haber sido la causa del accidente del pasado viernes, en Chicago, donde 273 personas perdieron la vida. También ha prohibido el vuelo en Norteamérica de los Airbus europeos. cuyo sistema de sujeción de motores es similar al del DC- 10.El director de la Administración Federal de Aviación (FAA), Langhorne Bond, anunció anoche esta decisión de ordenar la permanencia en tierra de todos los DC- 10 matriculados en Estados Unidos y dijo que la misma se debía a que se han encontrado otros siete aparatos con «problemas» en los tornillos de sujeción del reactor al ala, similares al registrado en el aparato que se estrelló en Chicago.

«No tengo otra opción que ordenar que permanezcan en tierra todos los aviones DC-10», dijo Bond, que el día anterior había dado un plazo de dieciséis horas a las compañías aéreas para que revisaran y sustituyeran en su caso los tornillos de sujeción. Fue durante estas inspecciones realizadas en los 134 DC- 1,0 que existen en Norteamérica, cuando se detectaron siete aviones con defectos en los pernos que sujetan el reactor al ala.

Siete aviones deficientes

Cuatro de los DC- 10 que registraban estos defectos pertenecen a la compañía United, la mayor del mundo, que precisamente salía ayer de una larga huelga de mecánicos de vuelo. La propia compañía ordenó la permanencia en tierra de todos sus DC- 10, cerca de cuarenta, hasta que se revisen completamente y existan garantías de seguridad.

Según explicó el director de la FAA, máximo organismo que regula la aviación comercial en Estados Unidos, los defectos encontrados en los siete aviones suponen una «grave deficiencia», que afecta no sólo a los tornillos de sujeción, sino al bloque completo que une el reactor al ala del DC- 10. Inspectores de la Administración Federal de Aviación supervisarán en los próximos días las operaciones de revisión y sustitución de piezas en todos los DC- 10 matriculados en Norteamérica.

Mientras tanto, otras líneas aéreas extranjeras (los DC- 10 figuran en las flotas de ocho compañías estadounidenses y 33 de otros países) habían adoptado medidas análogas a la ordenada anoche por la FAA.

Las operaciones de inspección consistirán esencialmente en buscar indicios de «fatiga» en las piezas de sujeción del reactor. La «fatiga» de una aleación metálica es un progresivo debilitamiento de la estructura a causa del largo uso, las vibraciones o defectos en la fundición. Hasta ahora, las revisiones efectuadas con toda urgencia por las ocho compañías norteamericanas propietarias de aviones DC- 10 se efectuaban en un corto período de tiempo, tres horas por cada reactor aproximadamente.

Varias compañías sustituyeron los tornillos de sujeción por otros nuevos, aunque no existieran en los viejos indicios de «fatiga», como una garantía adicional de seguridad. Con estas acciones se esperaba que los 134 DC- 10, matriculados en Estados Unidos, siguieran volando con toda normalidad, cuando se produjo la repentina prohibición de las autoridades federales.