Los jueces italianos tienen documentos que comprometen a Negri con grupos terroristas
Según el fiscal general de Roma, Guido Guasco, el líder de la izquierda revolucionaria Antonio Negri podría ser llevado ya a los tribunales, porque las pruebas contra el famoso catedrático de Teoría del Estado, de Padua, «son más que suficientes».
¿De qué ha sido acusado Negri en este cuarto encuentro con los jueces romanos? Según los abogados defensores, «de naderías». Según los magistrados, de hechos muy concretos, que podrían probar la responsabilidad del ideólogo de Autonomía Obrera en cuestiones terroristas y en participación en diversas bandas armadas.Puesto que los abogados han publicado los procedimientos verbales del interrogatorio, la opinión pública ha podido conocer directamente los cargos que los fiscales romanos han lanzado contra el catedrático. Se trata de 34 páginas, en las cuales figuran 75 acusaciones a Negri, 45 preguntas y, por única respuesta, el silencio. Negri se ha negado a responder diciendo que lo hará sólo por escrito, cuando tenga en su poder todas las acusaciones.
De estos procedimientos verbales resulta que los jueces tienen en su poder cartas, documentos, apuntes y resúmenes de escritos que podrían probar que Negri no era sólo un intelectual puro y un escritor revolucionario, sino un activista y un organizador de la guerrilla italiana y un colaborador de primer orden en la fundación de movimientos terroristas.
Caritas comprometedoras
En la página tres del procedimiento, los jueces presentan a Negri una carta en la cual se pide al catedrático «si puede dar un pasaporte a otra persona». El autor de la carta añade: «Pienso que sería más importante que para mí.»
Esto está en relación con el hecho de que la policía sorprendió en casa de Negri al terrorista Bignami con una serie de pasaportes y documentos falsos en el bolsillo. Según los jueces, se los había procurado Negri.
En la página siete figura que en un documento secuestrado a Negri se lee: «IRA, Vietcong, Fedayn tupamaros: éste era el grito incesantemente repetido por 300.000 compañeros; este es el nivel de lucha obrera hoy en Italia. El paso a la lucha político-militar es hoy ya obligatorio.»
En la página ocho se señala que en una carta dirigida a uno de los detenidos junto a Negri (Ferrari Bravo), el catedrático se inquieta sobre una serie de documentos que han sido secuestrados por la policía y escribe: «Desde el punto de vista penal es esta una de las cosas que más preocupan.» En una carta a una amiga alemana que figura en la página once, Negri le dice: «Quizá por eso puedo ser terrorista sin hacerme daño dentro, porque mi decisión no me viene de dentro, sino de fuera, de la participación en la lucha de masas.»
Uno de los documentos que Negri había reconocido como suyo en uno de los interrogatorios anteriores fue encontrado por los jueces en la sede terrorista donde cayó Corrado Alumni en manos de la policía. Se trata de uno de los jefes de Primera Línea. El documento es uno de los distribuidos por las Brigadas Rojas durante el secuestro de Moro.
Siguen una serie de cartas de Negri en francés, en las que habla de reuniones en Francia «para mayor seguridad» y de contactos con los principales grupos terroristas actuales. Se habla también de ETA.
Curiosamente, en lo que se refiere a las pruebas de la participación de Negri al asesinato de Aldo Moro empieza a reinar mucho escepticismo.
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