Estados Unidos vende centrales nucleares inseguras
Todo el mundo preferiría encontrar una solución a la energía que no pasara por lo nuclear. La central de Vandellós, de origen francés, es mucho más segura en algunos aspectos que las norteamericanas y, concretamente, que las demás que está construyendo en España la compañía Westinghouse. A menos mecanismos de seguridad, las centrales resultan más baratas. Las compañías norteamericanas Babcock Wilcox y Westinghouse han vendido, en ocasiones, al extranjero centrales nucleares cuyos mecanismos de seguridad no fueron aceptados por la Comisión de Regulación Nuclear (NRC) por no estar demostrada su idoneidad. Estos fueron algunos de los puntos que señaló ayer en Barcelona el físico nuclear Antoni Lloret, enviado a Harrisburg por la Generalidad de Cataluña.La sugerencia de creación de una comisión de estudios de la energía por parte del organismo preautonómico catalán y de un Instituto de Investigación y DesarroIlo Energético de Cataluña entran de lleno en las conclusiones que el señor Lloret ha elevado en el informe remitido al presidente de la Generalidad, Josep Tarradellas, y al consejo político de la misma.
El doctor Lloret dijo que en el estudio le compara la seguridad que proporcionan las centrales construidas por Babcock Wilcox y las hechas por Westinghouse (esta última compañía es la que construye las españolas). La central de Harrisburg es de Babcock, pero, según el físico nuclear, los técnicos de la NRC no pudieron afirmar que el accidente no hubiera sucedido de pertenecer a otra compañía. Antoni Lloret dijo también que el accidente de Harrisburg -una válvula que no se cerró- no hubiera podido producirse en Vandellós, central de origen francés.
Preguntado sobre si es razonable utilizar la energía nuclear ahora, cuando no parece que los técnicos puedan dominarla por completo, el señor Lloret contestó: «La actitud de decir no a la nuclear sería para mí la más fácil, puesto que no tengo nada que ver con compañías eléctricas, y en caso de catástrofe me podría curar en salud. Sin embargo, es una pregunta difícil de contestar, porque hay un peligro económico difícil de evaluar.
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