Diez norteamericanos pueden morir de cáncer por el accidente de Harrisburg
Los habitantes del área de Harrisburg recibieron una dosis de radiación doble de la que se informó oficialmente, durante el grave accidente registrado en la central atómica Three Mile Island, lo que puede suponer la muerte por cáncer de entre una y diez personas, según declaró ayer ante el Congreso el ministro de Sanidad norteamericano, Joseph Califano.
Califano, que había presentado el pasado 4 de abril un informe al Congreso, en el que se descartaba totalmente que el accidente de Harrisburg pudiera causar muertes adicionales por cáncer en el área cercana a la central, revisó ayer sus afirmaciones anteriores y reconoció que, estadísticamente, las radiaciones emitidas por la planta atómica pueden provocar por lo menos una muerte por cáncer y quizá hasta diez, entre los dos millones de habitantes que residen en un radio de ochenta kilómetros.Las personas que estuvieron dentro de ese radio durante los días más graves del accidente (del 28 de marzo al 7 de abril) recibieron una dosis total de 3.500 milirems, según un nuevo estudio que se hará público la semana que viene y que fue anunciado por el ministro. Hasta ahora, la información oficial cifraba en 1.800 milirems la dosis total que recibió la población del área.
En su testimonio ante un comité del Senado, Califano explicó que los nuevos datos sobre la radiación emitida por la planta atómica se deben a un aumento en el número de controles de radiactividad instalados en el área y a la realización de cálculos más complejos y exactos.
El ministro de Sanidad, que se mostró partidario de una completa exposición al público de los riesgos de las centrales atómicas, dijo que pueden esperarse también un número similar de cánceres no mortales entre los dos millones de habitantes de la región, y admitió que las consecuencias para los trabajadores de la central accidentada pueden ser mucho más serias que para la población circundante.
Otros accidentes
A las declaraciones de Califano y a los recientes informes de la Academia Nacional de Ciencias sobre los efectos nocivos de la radiactividad en el ser humano, se suman ahora constantes noticias de pequeños escapes de agua o vapores radiactivos en plantas nucleares norteamericanas.Ayer mismo, un alto funcionario de la Comisión Reguladora de Energía Nuclear declaró que por lo menos quince centrales atómicas habían tenido problemas con las bombas y tuberías de los circuitos de refrigeración y filtraciones de pequeñas cantidades de agua contaminada.
Según explicó Darrel Eisenhut, el problema principal parece provocado por una reacción química en los generadores de vapor, que causa la corrosión de las tuberías del sistema principal de refrigeración y los consiguientes escapes. La Comisión Reguladora de Energía Nuclear ha comprobado la existencia de tuberías carcomidas que transportan agua radiactiva en seis centrales atómicas, mientras que otras nueve plantas presentaban signos moderados de corrosión en las tuberías.
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