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La situación del sector exterior alivia las tensiones de la ecomía española

La economía española en el próximo futuro puede contemplarse con un «razonable grado de confianza» y registrará un rendimiento y una actividad crecientes, aunque las condiciones internacionales continúen siendo adversas, dijo ayer Joaquín Muns, director ejecutivo del grupo que encabeza España en el Fondo Monetario Internacional (FMI).En un discurso pronunciado ante la Cámara de Comercio Hispano-Norteamericana, en Nueva York, el profesor Muns analizó el contexto económico internacional y la situación española.

La tasa de crecimiento prevista para 1979, entre el 4 % y el 5%, puede alcanzarse desde el punto de vista técnico, pero dadas las condiciones internacionales, la principal contribución deberá proceder de la demanda interna. Varios elementos pueden contribuir a ello, señaló Joaquín Muns, como son el final del proceso de transición política, el descenso de la inflación, las oportunidades ofrecidas por una economía cuyo nivel real de inversión en 1978 fue un 15% inferior al de 1974, y la calidad, diversidad y abundancia de energías productivas que un país como España puede ofrecer al inversor, nacional y extranjero.

El director ejecutivo del FMI apuntó la existencia de otro factor, que para muchos analistas será clave para disparar un proceso de recuperación de la economía: el «elemento de confianza». Este problema ha estado presente en España y ello debe considerarse como normal en un proceso que combinó una compleja y sofisticada transición política con un reajuste ante las condiciones económicas externas más adversas registradas en el mundo desde los años treinta.

Para el profesor Muns, el fin del proceso de transición política dará la oportunidad de concentrarse en el proceso de reajuste económico, una parte importante del cual se alcanzó desde 1977. Otros elementos que deberán conseguirse en las próximos meses y años serán una mayor liberalización de la economía, la entrado en el Mercado Común Europeo y la reestructuración de la industria española. «Estos son problemas económicos no más difíciles que otros muchos que el país ha enfrentado y resuelto en el pasado», dijo Joaquín Muns.

Tras destacar los progresos hechos desde mediados de 1977, especialmente en la lucha contra la inflación y en la mejora del sector externo, el director ejecutivo del FMI indicó que en una economía como la española es el sector externo el que puede imponer un límite a la tasa de crecimiento. Pero en la situación actual, con 11.000 millones de dólares de reservas, España dispone de un importante «almohadón» para aliviar estas presiones.

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