Israel intensifica sus represalias en el sur de Líbano

Israel intensificó ayer sus represalias en el sur de Líbano, al unirse la aviación a los bombardeos que desde mar y tierra efectúa contra posiciones palestinas desde el ataque de un comando guerrillero contra el balneario de Nahariya, llevado a cabo el domingo. Las bajas árabes se cifran en diez personas muertas y veintidós heridas.

Tras el bombardeo efectuado por la mañana por las cañoneras israelíes, por la tarde la aviación se sumó a la operación en el litoral surlibanés entre Sidón y Tiro, mientras los civiles huían aterrorizados hacia el Norte. La artillería de largo alcalce israelí completó la ofensiva con el bombardeo de la región de Nabatiyeh, situada a unos quince kilómetros de la frontera y cuartel general de las fuerzas palestino-progresista en el sur de Líbano. Tras el bombardeo de la mañana, las cañoneras permanecieron patrullando la zona aledaña a la costa durante toda la mañana, mientras la aviación israelí llevaba a cabo vuelos de reconocimiento sobre Tiro y sus alrededores.Mientras, la artillería pesada judía bombardeó intensamente ayer Nabatiyeh. También participaron en esta operación las milicias cristianas derechistas que la pasada semana crearon el Estado Libre de Líbano, territorio de unos setecientos kilómetros cuadrados.

Los disparos de la artillería alcanzaron también la región de Rihane-Arramta, muy cerca de las posiciones avanzadas de las fuerzas sirias integradas en la Fuerza Arabe de Disuasión. También alcanzaron los bombardeos las posiciones de los soldados noruegos de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL), en los alrededores de Ebel Es Saqui.

Ante esta situación, el primer ministro libanés, Selim Al Hoss, anunció ayer que su Gobierno ha hecho un llamamiento al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que se reúna urgentemente con el fin de analizar la explosiva situación qye atraviesa su país. Por su parte, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) presentó el lunes una queja verbal al secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, en la que denuncia «la criminal agresión perpetrada por la marina sionista contra los campamentos de refugiados palestinos».

Mientras tanto, en Israel no se han apagado los ecos suscitados por el ataque de un comando palestino contra el balneario de Nahariya, en el que perdieron la vida cuatro israelíes. Así, el primer ministro, Menahem Begin, prepondrá al Consejo de Ministro, que se reúne el próximo domingo, que imponga la pena de muerte contra guerrilleros palestinos «en casos graves ».

Hasta ahora, los Gobiernos israelíes rechazaron propuestas similares.