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Listas fiscales

«Ni cuando aparecieron por vez primera las listas de contribuyentes, siendo ministro de Hacienda Monreal, aplaudimos esta discutible decisión, aunque entonces su publicidad era más reducida; ni tampoco ahora la aprobamos, pese a que mereciera en su día, a propuesta del Grupo Comunista, la aprobación, sin voto alguno en contra, del Plenno del Congreso.Incluida la publicación de las listas en la ley de Medidas Urgentes de la Reforma Fiscal -artículo 48-, no se puede discutir su legalidad. Pero pueden discutirse su contenido moral, su fundamento ético, su justicia, incluso, si se considera que la obligación de declarar al Estado rentas y patrimonios, para el cumplimiento del pago de impuestos, no tiene por qué acarrear al cíudadano la servídumbre de la pública divulgación de su intimidad económica.

El Estado tiene, sin duda, derecho a conocer y a investigar, con finalidad tributaria, las economías particulares. Pero ¿tiene análogo derecho el conjunto social a conocerlas? ¿No se produce, al publicar ¿stas listas sin consentimiento de quienes figuran en ellas, una violación de un derecho humano equivalente a los que garantizan en la Constitución el honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen? Admitido el precedente de la publicidad de las situaciones económicas privadas, lo mismo podría decidirse la publicidad de otras intimidades personales y familiares, reduciendo al ciudadano a la humillante condición de siervo de la prepotencia estatal. Nada de extraño tiene, por tanto, que la iniciativa de incluir en las leyes fiscales la publicidad de las listas de contribuyentes se deba a los comunistas: al peculiar concepto que tienen de los derechos humanos y de las libertades cívicas.

¿Para qué sirve, en definitiva, la publicidad de estas listas? A los efectos de una mayor recaudación es muy dudosa su eficacia, y si se pretende una coacción que reduzca o evite evasiones o delitos fiscales, esta coaccción es tan recusable como es defendible la coactividad directa de los inspectores de Hacienda en persecución de quienes defraudan o evaden impuestos. Porque no se dirá que las listas se publican para facilitar denuncias o delaciones, ni como estímulo para movilizar rencores y envidias sociales! Y, sin embargo, más de alguna torpe reacción de este tipo se producirá inevitablemente. (...

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4 abril

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