_
_
_
_

El congreso del PC italiano aclama la política de entrada en el Gobierno

Juan Arias

Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI), ha sido el gran triunfador del XV Congreso Nacional de su partido, que concluyó ayer en el Gran Palacio de Deportes del Eur. Los 20.000 congresistas, en pie, subrayaron las últimas palabras del líder comunista con aplausos que no acababan, puños en alto y eslóganes como éste: «Es hora, es hora, el PCI debe gobernar.» Después entonaron a coro, en un ambiente casi de fiesta, el Bandiera Rossa.

Más información
Azcárate subraya las coincidencias del PCE con el PCI

Berlinguer, en su réplica, había afirmado que sólo tres o cuatro de los oradores «de peso» habían hablado contra la política de «unidad nacional». Por eso, Berlinguer terminó su discurso de clausura del congreso con palabras seguras y casi gritando: «Para salvar Italia, la democracia, para poner fin al desorden y a la ineficiencia, contra las violencias y los privilegios, para una justicia social es necesario que el PCI vaya al Gobierno.» Y añadió: «Hoy es necesario que el PCI evite que el país vaya a la deriva: su función es la de unir todas las fuerzas para salvar esta nuestra patria, según la enseñanza de Togliatti que decía: "El país no se gobierna con una sola clase ni con un solo partido".»El líder comunista, respondiendo a algunos oradores de estos días, se hizo la pregunta de si es útil colaborar con la Democracia Cristiana. Dijo Berlinguer que los argumentos contra esta colaboración son que la DC no es ya el partido de los católicos y que es el partido de las clases conservadoras. «Es cierto -dijo el secretario comunista- que los católicos no siempre votan por la DC. Añadiendo, irónicamente: hay incluso quien dice que nosotros somos el segundo partido católico.» Pero, según Berlinguer, para mantener los contactos con el mundo católico no hay que limitarse sólo a la colaboración con la DC, «pero tampoco hay que excluirla», y recordó a los congresistas que «en la DC militan no sólo fuerzas conservadoras, sino también la clase media popular, y, en algunas zonas, la presencia obrera de la DC es más fuerte que la comunista». Berlinguer ha pedido más votos para el PCI y toda la izquierda para obligar a la Democracia Cristiana a aceptar un Gobierno con la participación de todas las fuerzas democráticas, sin excluir al Partido Comunista.

No a las soluciones intermedias

Por tanto, según Berlinguer, que se ha confirmado por el momento como líder indiscutible del mayor partido comunista de Occidente, después de las elecciones los comunistas volverán a pedir la entrada en el Gobierno con las demás fuerzas democráticas. No aceptarán ya de ningún modo soluciones intermedias ni apoyarán Gobiernos en los que el PCI no participe directamente y con su fuerza real. Si no es así, se quedarán en la oposición; pero se tratará de una oposición que haga compren der al país que Italia, sin los comunistas, no podrá resolver los graves problemas que la azotan, sobre todo el terrorismo, la inflación y la corrupción administrativa.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En la línea de esta voluntad de abrir el partido a todas las fuerzas progresivas, el PCI ha cambiado su estatuto. Un punto crucial era el artículo quinto, en el cual se exigía a los militantes el estudio y la aplicación del marxismo-leninismo. Este artículo ha desaparecido. Ha desaparecido también el guión en marxismo-leninismo como para indicar que pueden existir lecturas diversas del marxismo. De ahora en adelante, el militante se limitará sólo a «inspirarse» en los clásicos del marxismo: Marx, Engels y Lenin. En una larga introducción al nuevo estatuto se habla sobre todo del tipo de socialismo que el Partido Comunista italiano intenta realizar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_