Carter amplía los poderes del investigador del escándalo de los cacahuetes
En un gesto destinado evidentemente a silenciar las críticas de la oposición republicana, el ministro de Justicia norteamericano, Griffin Bell, amplió los poderes concedidos al consejero especial, encargado de investigar las finanzas del presidente Carter, y le convirtió en la práctica en un fiscal especial, similar al del caso Watergate.Desde que, el pasado martes, se anunciara la designación del abogado Paul Curran como consejero especial para dirigir la investigación sobre los préstamos recibidos en 1975 y 1976 por el negocio de cacahuetes propiedad de Carter, se levantó una ola de críticas que ponía en duda la auténtica independencia del consejero especial del Departamento de Justicia.
La ampliación de poderes anunciada ayer supone que Paul Curran podrá abrir un proceso judicial sin autorización de los altos cargos del Ministerio de Justicia. Además, si el consejero especial fuera cesado en su cargo, el ministro tendría que informar de los motivos al Congreso.
Griffin Bell negó que su decisión de ampliar los poderes de Paul Curran hubiera estado motivada por las críticas políticas y se negó a comparar la investigación sobre las finanzas del negocio familiar de Carter con el escándalo Watergate. En este último caso, dijo el ministro de Justicia, «existían pruebas de delitos cometidos en el seno del Gobierno y se nombró un fiscal porque existían indicios de delitos. Pero ahora no estamos en una situación análoga y lo que necesitamos es una aclaración de los hechos».
El consejero especial deberá investigar si parte del dinero prestado por el Banco Nacional de Georgia al almacén de cacahuetes de la familia Carter se utilizó para financiar la campaña presidencial de 1976. Otro aspecto de la investigación se centrará en la posible utilización de su influencia por el director del banco, un amigo íntimo de Carter, en la concesión de préstamos a bajo interés y sin la garantía necesaria.
La primera reacción de los republicanos a la ampliación de poderes del consejero especial fue favorable. El senador ultraconservador, Robert Dole, declaró ayer que el haber convertido a Paul Curran en un fiscal especial tipo Watergate, «beneficia los intereses de la nación y del propio presidente».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.