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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Periodistas: unidad de acción

Secretario general de la Federación de Información y Artes Gráficas de UGT de Madrid

Con mucho esfuerzo se está llegando a contemplar desde un punto de vista global y competente el problema de la organización de los periodistas. Ya se han manifestado en esta tribuna los varios componentes de la diversidad que caracteriza el campo organizativo de los profesionales. De lo expuesto se puede resumir un principio de acuerdo entre licenciados «no cerriles», Unión de Periodistas y las posiciones que se establecen desde el campo sindical, y de las que UGT ha sido adelantada.

Los periodistas socialistas nos reunimos el año pasado para abordar este problema de la organización del profesional en una sociedad democrática, porque preveíamos una reacción -reacción también en el sentido ideológico del término- por parte de la Asociación de la Prensa madrileña y sus dirigentes en la Federación Nacional, y del lado de los licenciados que podríamos denominar «cerriles», vinculados de alguna manera a la operación derechista del control profesional. Una vez conseguido el control de los medios de comunicación desde el punto de vista empresarial, era preciso -en eso está el señor Ansón para demostrarlo- llegar a un dominio desde arriba de la profesión periodística. Y en esa compleja, pero maquiavélica empresa, está la derecha: control empresarial, control de los profesionales, control de la universidad.

Como la diversa actitud y encuadramiento periodístico está ahí, los profesionales más representativos de la derecha han intentado la unificación -que no la unidad- por vía de la extorsión (por ejemplo, con las uniones de periodistas) o con amenazas veladas a los sindicatos que agrupan periodistas. Toda unificación por la fuerza -como en el vertical- tiene efectos trágicos, dividiendo en bloques a los supuestamente unificados. Por ello, UGT optó -los periodistas socialistas, reunidos el pasado año- por el reconocimiento de la pluralidad.

De ahí que nos felicitemos porque una dirigente de los licenciados «no cerriles» trate el tema con la necesaria flexibilidad y reconozca que es necesario procurar acuerdos concretos sobre temas concretos con asociaciones y centrales sindicales,

Parlamento. Una vez que nos pongamos de acuerdo en criterios mínimos, tanto las centrales como las asociaciones de periodistas y los licenciados, sería preciso canalizar nuestras alternativas al Parlamento, y en caso de que no hubiera unanimidad, se deberían unificar criterios para que el grupo parlamentario que lo deseara defendiera la posición correspondiente. Es deseable la unanimidad, pero pueden darse choques de intereses estamentales realmente irreconciliables.

Doble vía. El punto de debate fundamental va a estar en cómo ingresan los trabajadores en las empresas. Ese es el tema en que no nos ponemos de acuerdo, porque prácticamente en el resto estamos coincidiendo. El otro asunto espinoso -quién concede los carnets- está entrando en las mentalidades «no cerriles» y se acepta que una comisión, constituida por asociaciones, uniones y sindicatos, basándose en un estatuto profesional aprobado en el parlamento, sea la que conceda el carnet profesional.

Pero el problema se plantea en la vía única o la doble vía. Es decir, si cualquier ciudadano puede ejercer el periodismo o solo los licenciados en Ciencias de la Información pueden ser objeto de contrato -como fijos o colaboradores- en los medios de comunicación. Creemos que hay que encontrar la armonía, porque los empresarios también van a jugar fuerte y todos tirando de la cuerda vamos a rompernos las narices. A los patronos nadie les va a quitar la posibilidad de contratar libremente a cualquier trabajador. Nosotros apoyamos la doble vía, en línea con los criterios dominantes en la Europa democrática; si bien, no se nos escapa que el 90% de la profesión estará compuesta en el futuro por trabajadores procedentes de la universidad. No renunciamos, por lo demás, a manifestamos en breve sobre la reestructuración a fondo que se debe operar en las facultades de Ciencias de la Información.

Colegio. Incluso en el caso de que llegase a constituirse un colegio de licenciados en Ciencias de la Información -rama prensa-, van a seguir existiendo sindicatos y asociaciones profesionales. Es seguro que los sindicatos van a seguir actuando por encima de cualquier otra fórmula, porque ahí están las relaciones de producción, que ponen en juego cada día desde el punto de vista salarial, moral, de libertad de expresión y dignidad a todos los profesionales. Y su defensa mejor es la sindicación cuando pase el «miedo» a este sistema, que ya es norma en todo el mundo libre. En cualquier caso, lo que sí es de ley es concluir acuerdos en temas concretos entre todas las fuerzas, respetando su identidad y reconociendo la necesidad de su existencia. Una comisión profesional es una buena salida para todos los problemas, desde la concesión del carnet a la participación en las tareas parlamentarias que anteceden a la discusión de la ley de Información, estatuto profesional y ley antimonopolio, normas que van a enmarcar en el futuro próximo nuestra profesión.

Comisión profesional. La unificación por decreto no es posible, de modo que invitamos a las fuerzas representativas a una mesa de negociación donde se elaboren -sin diluirse nadie- las alternativas en los temas que nos preocupan, cediendo unos y otros hasta que la dinámica nos lleve a una nueva situación. Ese momento llegará -y, se lo decimos fundamentalmente a los compañeros de la facultad-, pero, hoy por hoy, reconocerán con nosotros que la profesión real exige una presencia de profesionales en estos temas, aunque no sean necesariamente licenciados.

Cedamos, pues, en nuestras respectivas posiciones y vayamos a una comisión profesional.

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