Carter, amenazado políticamente por los problemas de su negocio de cahuetes
Las investigaciones de la policía federal (FBI) sobre presuntas irregularidades financieras en el almacén de cacahuetes propiedad de la familia Carter pueden convertirse en una seria amenaza política para el presidente norteamericano.
Carter, que posee un 65% de las acciones del negocio familiar, firmó al llegar a la Casa Blanca un poder notarial por el que dejó encargado de sus intereses económicos a su amigo Charles Kirbo, un abogado de Atlanta.Pero los préstamos recibidos por el almacén de cacahuetes a través del Banco Nacional de Georgia, que dirigía otro amigo de Carter, Bert Lance, parecen mostrar algún tipo de irregularidad que viene investigándose desde hace meses. Lance, que fue nombrado por Carter director de la oficina del Presupuesto Federal, tuvo que dimitir.
Un antiguo empleado de una compañía de seguros declaró el domingo al Washington Post que él y el hermano del presidente, Billy Carter, modificaron documentos y facturas del almacén para hacer frente a un déficit de medio millón de dólares en el pago de uno de estos préstamos.
Dos senadores republicanos, Baker y Pole, pidieron ayer públicamente que Carter nombre un fiscal especial para investigar su almacén de cacahuetes y los préstamos recibidos del Banco Nacional de Georgia. Aunque hace más de dos años que el presidente está al margen del negocio familiar, el problema podría ser serio si se comprobara que participó en alguna irregularidad antes de llegar a la Casa Blanca o que utilizó dinero de los préstamos para financiar su campaña.
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