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Trescientas familias de agricultores murcianos llevan un mes encerradas

Desde el 1 de febrero se encuentran encerradas trescientas familias en una de las parroquias de la localidad murciana de Molina de Segura. El problema se basa en la propiedad de las tierras que estas familias trabajan, en algunos casos desde hace doscientos años, y que legalmente pertenecen a los herederos de los condes de Heredia Espínola, concretamente a la familia del marqués de Mondéjar, uno de cuyos miembros, Iñigo Cotoner, ocupa un alto cargo en el Ministerio de Agricultura.

También tiene intereses en las fincas el delegado de Agricultura de Murcia, Adolfo Virgili, hijo del antiguo administrador de las propiedades, así como la familia Hernández Pérez, conocidos industriales de la localidad. Se da el caso curioso de que las primeras escrituras de propiedad datan del año 1.969, y que nunca anteriormente los agricultores habían pagado cantidad alguna como arriendo. La situación se enconó durante la pasada semana, en que ante la falta de propuestas concretas por parte del IRYDA, organismo encargado por el ministerio de solucionar el problema, los agricultores realizaron diversas interrupciones del tráfico en la carretera general Madrid-Cartagena. Igualmente, denunciaron al abogado de una de las partes, que anteriormente ha llevado también los intereses de algunos de ellos, por intento de sobornos y amenazas.El señor Arnaldos fue agredido por Carlos Gómez, propietario, a su vez, de una pequeña parte de las tierras, y sobre el que pesan acusaciones consistentes en haber introducido tractores en las tierras de labor. La agresión trajo consigo una manifestación de mujeres, que llegó hasta las puertas de la comisaría de la localidad, pretendiendo éstas obligar al señor Gómez a que compareciese ante la asamblea permanente de encerrados para dar cuenta de su actitud, asegurando el señor Arnaldos que se celebraría un juicio popular contra el agresor e incluso contra el abogado.

Posteriormente, el domingo, una comisión de ocho personas afectadas por el problema se desplazó a Castellón, provincia por la que es candidato al Congreso el ministro de Agricultura, para hacer campaña en su contra. El señor Lamo de Espinosa recibió a esta comisión y prometió llevar a cabo gestiones con el marqués de Mondéjar. Otra de las soluciones propuestas es la creación de un patronato, lo cual no parece agradar demasiado a los encerrados. Es este el segundo en cierro de estas trescientas familias, que ya protagonizaron otro, de veintiséis días de duración, durante los meses de octubre y noviembre, abandonándolo en aquella ocasión a consecuencia de las promesas del Ministerio de Agricultura e IRYDA de solucionar rápidamente el conflicto.

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