La Orquesta Bética Filarmónica, en dificil situación económica

Nunca será bastante cuanto se escriba acerca de la situación de desamparo en que se hallan muchas orquestas españolas no estatales. Hemos dialogado en Sevilla con el presidente de la Orquesta Bética Filarmónica, Francisco Muñoz Conde, catedrático de Derecho Penal de la Universidad hispalense y vocal de la Comisión de Codificación (sección cuarta), encargada de la reforma del Código Penal. Hombre de amplia cultura humanística y músico él mismo, aunque no ejerza como profesional de la música, va a ti-atar de llevar adelante al conjunto sinfónico sevillano (cerca de sesenta profesores), que dirige el maestro Luis Izquierdo.

La Orquesta Bética Filarmónica, es una asociación de carácter privado. Tiene unos socios miembros y una junta directiva formada por instrumentistas y no instrumentistas. La orquesta actual tiene su origen en la célebre Orquesta Bética, que fundara, entre otros, don Manuel de Falla.«La orquesta no tiene medios presupuestarios -declara Francisco Muñoz Conde-; se nutre de ayudas de instituciones públicas y privadas y su programación es precaria, pues los medios son muy escasos. El pasado mes de abril vino el director general de Música, Jesús Aguirre, y se interesó por nuestra situación. Vio la orquesta, y siguiendo la política de ayudar a aquellos conjuntos sinfónicos que están ligados de algún modo a las corporaciones locales, ofreció dieciséis millones de pesetas si la orquesta, a través de un patronato, lograba vincularse al Ayuntamiento de Sevilla.» «Nadie puede imaginar las incomprensiones y las dificultades consiguientes que produjo nuestra propuesta -añade-. Pretendíamos crear un servicio de música del Ayuntamiento que englobase a la Orquesta Bética y a la Banda Municipal, Banda que tiene un generoso presupuesto del Ayuntamiento, de unos cuarenta millones de pesetas anuales, más que suficientes para potenciar la orquesta. La inoperancia de las autoridades municipales, la mala fe de algunos músicos, la suspicacia de otros que temían perder su condición de funcionarios del Municipio, su cómodo puesto en la banda, etcétera.... impidieron encontrar una solución, y los dieciséis millones de pesetas de la Dirección General fueron a parar a otras orquestas o a otras actividades musicales.»

«Sevilla vive, como tantas otras, de cara a los actos, más o menos inútiles, que supongan un hueco protagonismo de los estamentos oficiales. La banda participa en actos como acompanar a algunas cofradías durante la Semana Santa, en la Cabalgata de los Reyes Magos y en dar algún que otro concierto de carácter eminentemente popular, a base del pasadoble La Giralda, o el Himno a la Policía Municipal, estrenado, por cierto, hace unos días. La prensa ha dedicado grandes titulares a este estreno, cosa que no ha hecho con acontecimientos como el Oratorio de Navidad, de Bach y la presencia de la Orquesta de Franckfurt y el Coro de Marburgo.»

«La Dirección General, según indica el libro verde que publicó recientemente, está dispuesta a conceder una tercera parte del presupuesto total en los casos de orquestas municipales, como las de Valencia y Barcelona, pero nosotros no hemos alcanzado esa vinculación al Ayuntamiento. Existe una tercera partida de ayuda a orquestas de carácter privado, pero de muy inferior dotación. En algunos casos irrisoria, cuando se trata de una orquesta del volumen de la Bética Filarmónica de Sevilla. Ahora necesitamos seis millones de pesetas para subvenir a la programación de enero a julio de 1979. Dado que no hay forma de conseguirlos a través de instituciones públicas o privadas sevillanas, se hicieron las oportunas gestiones frente a la Dirección General, que está dispuesta a dar una parte importante de ese presupuesto siempre que la Corporación local y otras instituciones aporten su correspondiente ayuda. Aún no hemos conseguido respuesta positiva, pero confiamos en ella. «En el futuro seguiremos intentando vincular la orquesta a una corporación local, que no tiene que ser necesariamente el Ayuntamiento.»