La Lockheed confirma su soborno a una alta personalidad holandesa

La confirmación, por parte de la compañía norteamericana de material acronáutico Lockheed, de haber «pagado» un millón de dólares a «una alta personalidad holandesa» (presumiblemente el príncipe Bernardo, esposo de la reina Juliana) no provoca reacciones particulares entre la opinión política en Holanda. No constituye ningún secreto que el marido de la reina Juliana contribuyó, en el año 1960, a inclinar la opinión de los medios militares holandeses para que compraran aviones Lockheed. Gracias a su acción, el príncipe Bernardo recibió la cantidad de un millón de dólares (setenta millones de pesetas), pagados en cinco transferencias a una cuenta secreta en Suiza, según revelaron el viernes en Washington -sin citar directamente al príncipe Bernardo- directivos de la Lockheed Aircraft Corporation ante la comisión de Bolsa y Valores. Se afirmó, tambíén, el pago por «servicios» de otros 6,5 millones de dólares a «un hombre de negocios japonés» y 1,5 millones de dólares a «personalidades italianas».En el caso del príncipe Bernardo, el escándalo estalló en 1976 y concluyó con la dimisión de sus funciones de «inspector general de las fuerzas militares» holandesas. Una comisión de tres notables investigó sobre la eventual participación o no del príncipe Bernardo en el pretendido soborno de la Lockheed, sin llegar a acusaciones de tipo público. Los medios políticos, en particular socialdemócratas, entonces en el poder, criticaron con firmeza la actuación del príncipe Bernardo. Se habló, incluso, de una posible abdicación anticipada de la reina Juliana.

Hoy los holandeses parecen inclinados a olvidar los trapos sucios del príncipe Bernardo. Sobre todo porque prefieren, según medios políticos de La Haya, que los treinta años de reinado de Juliana concluyan con tranquilidad. Se habla cada vez más en la capital holandesa de un probable anuncio de abdicación de la reina Juliana, a favor de su hija, la princesa Beatriz. La fecha del 30 de abril próximo, LXX aniversario de la reina Juliana de los Países Bajos, podría ser el momento indicado.