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IX FESTIVAL DE CINE DE BELGRADO

El "nuevo cine" yugoslavo y la crítica del clima social

, El cine yugoslavo presenta en el Festival Internacional de Cine de Belgrado tres obras de Bauer, Vatroslav Mímica y Milos Radivojevic, realizadores de la última «vieja escuela» que impulsaron el cine nacional en la década de los años sesenta. Tras un período de estancamiento, donde no surgen nuevas individualidades tipo Makavejev, los cineastas señalan la etapa actual, que abarca los dos últimos años, como un movimiento de «nuevo cine yugoslavo», dirigido en su orientación temática hacia la actualidad y agrupado en una generación de creadores jóvenes. Una muestra de este «nuevo cine» tiene una presencia especial en este «festival de festivales» que se clausura el próximo sábado con un simposio sobre el tema Cine, literatura y teatro.Más de veinte películas del «nuevo cine yugoslavo», etiqueta de marca colocada con periodicidad en otros cinemas, componen el lote que está siendo visto por los críticos extranjeros, en sesiones de mínima asistencia. Los problemas de su salida al exterior, por lo general a través de intercambios, son los habituales de los países de escasa producción cinematográfica, y en caso de adquisición se programan en las televisiones. Los distribuidores españoles no se arriesgan a colocar en las pantallas las últimas realizaciones. Por otra parte, Yugoslavia no compra películas españolas para sus cines fuera del ámbito del festival.

En el mercado del filme yugoslavo, con libre importación, la producción propia no pasa del 10 %. La demanda de una mejor organización técnica e industrial y las condiciones materiales de trabajo son una exigencia de los nuevos cineastas. El director Vatroslav Mímica declara que es necesario hacer más películas. «Nuestra actividad y exploración creadora tiene su respuesta en el estrecho contacto con los espectadores, que siguen el cine con un gran interés. El camino del sistema autogestionario socialista, que nuestra sociedad ha elegido, exige un compromiso mayor por parte de los autores. Rechazamos depender de cualquier tipo de dogmatismo en el trabajo del arte, así como el Filme no comprometido y manipulado. La actual sociedad yugoslava arroja a la superficie costos políticos y estéticos que necesitan una expresión en arte.»

En parecidos términos se expresa Srdan Karanovic, realizador de La fragancia de las flores silvestres, quien se orienta hacia el «cine de comunicación», alejado de los «grandes y conocidos temas». Para contar historias modernas sobre gente nominal y corriente, en películas más abiertas y críticas que reflejen el clima social. Considera que los resultados de este cine dependen también de las nuevas formas de producción, distribución y exhibición.

El festival transcurre con una entusiasta asistencia diaria que desborda la capacidad de las salas. Toda la organización está dirigida a los espectadores, sin las concesiones de publicidad y mercado que dominan en otros festivales. Incluso las «estrellas» invitadas tienen neutralizada la disputa de la individualidad, ya que se presentan al público en determinadas sesiones en conjunto formando grupos que incluyen las distintas profesiones del cine.

De esta forma han aparecido directores como Alberto Lattuada, Igor Talankin, Michel Deville, Aldrich Lipski y Robert Young o los actores Peter Ustinov, Melina Mercouri y Bernardette Lafont, el mismo ritual sirve para presentar en los próximos días a Claudia Cardinale y a los directores Marco Ferreri y Pasquale Squitieri.

Algunos de estos personaje mantienen breves encuentros con los informadores yugoslavos, en ruedas de prensa casi místicas por la ausencia de espectacularidad que caracteriza otros festivales Cada película programada en el festival tiene cuatro pases en la distintas salas.

La película española Alicia en la España de las maravillas se pasó en una casa de estudiantes, seguida de un amplio coloquio con su realizador, Jordi Feliú, que contestó a la diversas preguntas sobre la internacionalidad de la película y otras referentes a la situación política española, los comunistas catalanes y los partidos de izquierda en las próximas elecciones.

Otra película española, La escopeta nacional, de Luis G. Berlanga se proyecta hoy y es esperada con atención, ya que ha motivado comentarlos elogiosos en la prensa.

Los dos últimos días del festival estarán dedicados a las sesiones de un simposio sobre las relaciones del cine, la literatura y el teatro. En la edición anterior el tema propuesto fue Cine e historia. En el simposio participan teóricos, críticos y periodistas extranjeros.

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