"«Marián» es una película sobre las distintas represiones"

Luis Cortés, veintisiete años, ha estrenado su primer largometraje, Marián, con guión de él mismo y de Juan Antonio Porto, e interpretada por Isabel Mestres, Javier Escribá, Javier Elorriaga y la niña Susana Prados.

«La película, en su fondo -declaró el director a EL PAIS- es bivalente, puesto que aparentemente narra el proceso de un complejo de Electra, adaptado a la sociedad actual. Este complejo de Electra que crea una frigidez en una mujer joven, de veintisiete años, digo que es bivalente porque también puede ser entendido, y así lo quise contar yo, como el problema de una frustración infantil producida en una niña que nace en un momento concreto, en un pueblo navarro, oscurantista, hace veinticinco años, marcado por la represión religiosa social, económica y política de la época. Esta niña que nace cargada de ilusiones, con un mundo interior muy vivo, pletórico de luz, lleno de ansias de vivir en libertad su mundo de sueños y poesía, se ve agobiada por unos factores ajenos totalmente a su carácter, a su personalidad y, por supuesto, incomprensible para ella.»«He querido generalizar el problema de una generación, de una época, problema quizá muy acentuado en Navarra, dado que allí la represión, sobre todo la del carácter religioso, alcanzó caracteres superiores al resto de las provincias españolas. Quizá se podría hablar también de una película en cierta medida feminista, ya que toda la película está narrada a través de los ojos, primero, de una niña, y después, de esa mujer ya adulta. Son sus sentimientos íntimos, su mundo interior, el alma de esa mezcla extraña de mujer y niña o niña y mujer que es; Marián, la que narra la película. »

«A priori existe una dificultad evidente al narrar los problemas de una mujer desde la perspectiva del hombre, y quizá el resultado sea un film hecho para mujeres o para hombres que entiendan mucho de mujeres. No quiero decir que yo entienda mucho, pero, por lo menos, me he preocupado de estudiar el alma de esa mujer fría y distante que nace en Navarra y sufre esos problemas a los que me refería. »

«La fecha de la acción no tiene una importancia decisiva. Sí es fundamental dentro del contexto en el que se desarrolla el hoy de Marián, la relación causa-efecto. Es decir, Marián parte de un mundo atosigado por unas causas externas a ella, que la conducen a una frustración adulta. El padre, que parece claro dentro del complejo de Electra, es también un símbolo del mundo poético de Marián-niña. Es su máxima ilusión, su escape de ese mundo sórdido. Marián-niña necesita que esos sueños centrados en el padre y asesinados por la ausencia prematura de éste se hagan realidad un día cuando ella sea ya mujer. Pero Marián-mujer comprobará que aquel mundo poético interior, intimista, que de alguna forma le quitaron cuando era niña, jamás volverá a sentirlo suyo. La película transcurre entre la decepción por las causas señalas y los efectos en una persona adulta de una infancia perdida. Marián-mujer centra su vida actual en esa búsqueda desesperada de unas motivaciones que la hagan volver a sus fantasmas de ayer.»

Luis Cortés comenzó en el cine amateur, rodó dos cortometrajes y dos largometrajes (uno en superocho y otro en dieciséis milímetros) con actores aficionados de su Pamplona natal. Allí se formó una productora (Iruña) cuyo primer trabajo es, precisamente, Marián, y de cuyos resultados dependerá, en buena parte, la continuidad de su carrera cinematográfica.