Desarticulada una red de espionaje germano-oriental en la RFA
Ni la República Federal de Alemania ni la Democrática Alemana han quedado satisfechas con el desenlace del embrollo de espías desenredado el pasado fin de semana. En síntesis, la RDA pierde cuatro agentes, más un teniente coronel funcionario que se pasó, con su esposa e hijo, a Berlín occidental y denunció a un grupo de seis espías orientales; a cambio de este revés, Berlín Este dice que cuenta con un agente occidental que se ha pasado a su lado con un buen arsenal de documentos. La RFA asegura que este supuesto espía que al parecer se pasó en noviembre a la RDA, donde reside toda su familia, no es más que un aficionado.
Tanto como parecieron serlo los policías que se dejaron escapar a las puertas de la cárcel a uno de los seis agentes orientales denunciados por el funcionario que huyó del frío.En una operación de gran celeridad, el servicio de contraespionaje de Bonn (BND) detuvo el pasado viernes a los seis sospechosos que figuraban en una lista entregada en Occidente por el militar del Ministerio para la Seguridad del Estado, de la RDA. Se trataba, al parecer, de una célula que daba los últimos toques a una operación de altura. Sus integrantes se hallaban concentrados en la recogida de informaciones sobre secretos industriales.
Su denunciante, cuyo nombre no se ha dado aún a conocer, es para algunos medios un agente doble. Un redactor de Welt Am Sonntag aventura que cruzó el «punto Charlie», en la calle interzonal Friedrich de Berlín, sin ser molestado por la policía popular de la RDA ni por los soldados aliados establecidos en la parte occidental de la calle. La misma oscuridad domina los primeros momentos de este agente en Berlín occidental: según unos, fue interrogado por oficiales franceses: según otros, por americanos de la CIA. Lo que parece cierto es que la policía alemana le sometió a un concienzudo sondeo en Francfort. Más tarde se ha sabido que este espía era experto en el sector de datos técnicos y científicos del Ministerio para la Seguridad del Estado, de Berlín.
Extraña huida
En cuanto a los cinco detenidos, Karl Haufle (también al servicio del KGB), Alfred Balir, Guenther Saenger (científicos), Gerhard Arnol y Rainer Paul Fuelle, ayer tarde, el fiscal general del Estado, Kurt Rebmann, desmintió que ellos y el fugado del coche de la policía, Paul Fuelle, formasen una célula, pero confirmó que habían acumulado datos sobre particularidades científicas y técnicas de la RFA, en especial en el sector nuclear, y habían transmitido algunas informaciones sobre armamento.En cuanto al agente que dice Alemania oriental que tiene en su poder, se trata de un teniente de navío alemán adscrito a una base de la OTAN en el norte de la RFA y que, por razones no especificadas, se trasladó a la RDA hace cuatro o cinco semanas. Según Bonn no tenia acceso a secretos de ningún tipo.
Desde que el servicio de contraespionaje federal detuvo a Guillaume, se ha logrado identificar y detener a otros cien agentes de países orientales. Según informaciones de la, RFA, debe de haber aún en este país unos 3.000 espías orientales. En 1968 el BND cometió ya fallos graves al dejarse escapar a siete- agentes -cinco científicos y dos ingenieros- que lograron huir a la RDA tras recibir un aviso desde Berlín con la frase: «La abuela está enferma, temeros lo peor.»
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