Castro califica a los dirigentes chinos de "pequeños burgueses"

El presidente del Gobierno de Cuba, Fidel Castro, declaró que «Cuba no es China ni Egipto», que aceptan las presiones imperialistas y que la isla ha resistido, puede resistir y resistirá otros veinte años más sin doblegar la frente.

El presidente de los consejos de Estado y de ministros de Cuba hizo esta afirmación ante los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular y numerosos invitados nacionales y extranjeros reunidos en el teatro Carlos Marx de La Habana, en uno de los actos conmemorativos del XX Aniversario del triunfo de la revolución cubana en 1959, fecha en que fue derrocado Fulgencio Batista.

En su discurso de clausura del acto, el mandatario cubano criticó duramente la posición de los Gobiernos de Estados Unidos, China y Egipto, cuyos representantes diplomáticos, asistentes al acto, abandonaron el teatro tan pronto se hizo referencia a sus países.

«El tigre de papel terminó por fin devorando las ideas del gran timonel», dijo el dirigente cubano, que calificó el pensamiento actual de la Administración de Pekín de «pequeño burguesa». El presidente cubano también aludió a Gobiernos como los de Somoza y Pinochet, de los que aseguró que podrían mantenerse, eternamente sobre montañas de cadáveres y cementerios clandestinos, así como que tampoco el sha de Irán resistiría el empuje popular que puja por derrocarlo.