La elección del Parlamento y la ampliación, desafíos para la CEE
Aplicar el Sistema Monetario Europeo (SME) -una vez superadas las diferencias franco-germanas de última hora-, preparar la elección directa, del Parlamento Europeo y definir sus poderes, así como continuar el proceso de ampliación comunitario con las candidaturas de Grecia, España y Portugal, serán los tres grandes temas para 1979 de la Europa comunitaria. Una Europa que aspira a superar progresivamente su crisis económica, que afecta a más de seis millones de personas en situación de paro forzoso, aunque pese sobre los proyectos de reactivación la hipoteca del aumento del precio del petróleo. El nuevo año confirmará también la tendencia a la «concentración» entre los principales líderes de los países más desarrollados del sistema de economía libre de mercado. La reunión «informal» de Guadalupe, entre los presidentes Carter y Giscard, el canciller Schmidt y el premier Callaghan, será seguida, a nivel de la CEE, por los tradicionales «consejos europeos» trianuales y de la cumbre de las siete primeras potencias económicas anunciada paran junio en Tokio.El balance del pasado año es, en general, bastante positivo para el conjunto de los nueve Estados europeos que integran.el Mercado Común. Alcanzar un compromiso casi global -del que queda al margen Gran Bretaña, por el momento- en un capítulo como el monetario se considera como un in tento serio de cohesión europea en defensa de sus intereses. El denominado Sistema Monetario Europeo, cuyo objetivo es crear una zona de estabilidad monetaria que evite tensiones entre divisas europeas y limite las especulaciones provocadas por el dólar, promete un avance considerable de cooperación entre los países del Mercado Común. El litig¡o actual entre París y Bonn, debido a la incidencia del SME sobre la política agrícola comunitaria, no se cree que ponga en peligro la aplicación futura de este nuevo paso monetario, aunque no faltarán presiones que pongan a prueba al SME, debido a la desigual situación socioeconómica de los Estados que lo integran.
Paralelamente a este intento de creación de un embrión para una posterior unión económica y monetaria, los europeos se preparan a reforzar el carácter democrático de las instituciones comunitarias. El proyecto de elección directa del Parlamento Europeo -previsto en los tratados que en 1957 crearon la CEE- sólo será realidad a partir de la primera elección directa, por sufragio universal, entre el 7 y el 10 de junio de 1979.
El alemán Willy Brandt ha confirmado su candidatura. Pueden llegar más tarde las del francés François Mitterrand, el belga Leo Tindemans y otros líderes de distintos países y diferentes corrientes ideológicas de la Europa comunitaria. La polémica que se anuncia en torno a la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo -sobre todo en Francia y Gran Bretaña- será muy viva.
Nuevos miembros
También el año actual será movido en el proceso de ampliación de la actual Comunidad, con los deseos de griegos, españoles y portugueses de integrarse. El Gobierno griego espera firmar sus tratados de adhesión al Mercado Común antes de las vacaciones estivales. Vendrá después el proceso de ratificación parlamentaria, para concluir finalmente con el ingreso efectivo de Grecia en la Comunidad hacia enero de 1981. Detrás de Grecia vendrán España y Portugal, con no más de un año de intervalo con el ingreso griego, a decir de los expertos más optimistas.
Estados Unidos, a favor
La ampliación se llevará a término, con mayores o menores sobresaltos, porque se trata de un proceso debidamente planificado por parte de los grandes de la Comunidad y cuenta con el beneplácito de Estados Unidos.
En relaciones exteriores, la Comunidad prepara sus grandes «dossiers» de 1979, con renovación de sus acuerdos comerciales con 55 países de Africa, Caribe y Pacífico, sus tradicionáles relaciones con el conjunto de países de la cuenca mediterránea (de la que sólo quedan excluidos de la influencia CEE Albania y Libia) y las puertas que se abren hacia Suramérica, con la entrada de España y Portugal. El denominado «diálogo euroárabe» se desbloqueará si hay paz en Oriente Próximo. Con Estados Unidos y Japón seguirán las «fricciones» de rigor a nivel de intercambios comerciales, que deberían encontrar salidas en la conclusión de las negociaciones comerciales multilaterales actualmente en curso en el GATT (Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio). Hacia el Este se espera un progreso de las conversaciones con Moscú para un acuerdo comercial CEE/COMECON. En el Extremo Oriente es probable un compromiso CEE/ASCAN y un incremento de relaciones con China.
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