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Somoza rechaza el plebiscito propuesto por la OEA

Anastasio Somoza rechazó ayer la realización de un plebiscito sobre su continuidad en el poder controlado por la OEA y la salida del país de su hermano y su hijo -que detentan altos cargos militares- y propuso a cambio una consulta sobre la interrupción o no de su mandato constitucional, con la alternativa de una asamblea constituyente. El presidente nicaragüense formuló su propósito de invadir Costa Rica por el supuesto apoyo que brinda a los guerrilleros sandinistas y criticó, además, a Estados Unidos por presionarle para que acepte la mediación internacional. Somoza remitió al Frente Amplio Opositor a través del embajador norteamericano, William R. Bowlder, el fallo de su partido, el Liberal Nacional, sobre la propuesta de una comisión mediadora internacional en torno a un plebiscito popular que determine su permanencia o no al frente del poder en Nicaragua. La comisión mediadora, formada por diplomáticos norteamericanos, dominicanos y guatemaltecos, cursó la contrapropuesta de Somoza al Frente Amplio Opositor, que desde su enunciado aceptó la propuesta del plebiscito, pero que ayer rechazó de plano la contraoferta de Somoza.En una rueda de prensa celebrada ayer en Managua, Somoza se refirió a las presiones que recibía de Estados Unidos para que aceptara su legitimación plebiscitaria popular, y calificó la actitud norteamericana de «sorprendente», en medio de alusiones a la soberanía nicaragüense y con amenazas de incrementar el comercio de su país con los regímenes socialistas.

En otro punto de la rueda de prensa, el mandatario nicaragüense expresó que el Ejército de Nicaragua invadiría Costa Rica, «donde los guerrilleros sandinistas están colocando cañones en la frontera para bombardearnos», según dijo. El pasado día 23, en una ofensiva sandinista, las tropas de Somoza se replegaron desde la zona fronteriza de Peñas Blancas hasta otra más al interior de Nicaragua.

Todos los analistas coinciden en señalar que la negativa de Somoza a aceptar los términos propuestos por la comisión internacional mediadora, que incluían la supervisión directa del plebiscito por parte de la Organización de Estados Americanos, sitúa los problemas nicaragüenses en un punto cuyo desenlace nadie es capaz de prever. Mientras el Frente Amplio Opositor se avino a aceptar la negociación diferida con Somoza y las condiciones impuestas por la OEA, Anastasio Somoza ha pasado a condicionar el plebiscito a su control por parte de una autoridad que él denominó nacional, para situar en calidad de observadores a los mediadores de la OEA.

En esta situación, el denominado Grupo de los Doce, el sector de oposición política a Somoza más radical, emitió ayer un comunicado firigido al FAO en el que solicitaba su abandono de todo tipo de contacto con el mandatario nicaragüense. Entre tanto, los observadores ven cada vez más restringido el arco de soluciones a las meramente militares, entre el Ejército de Somoza y la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional, al tiempo que se ahuyentan velozmente las propuestas de solución política.

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