Pesimismo en Jerusalén
Tanto en la Presidencia del Gobierno corno en el hotel King David, donde el secretario de Estado norteamericano Cyrus Vance tiene su suite, reina el pesimismo en torno de las negociaciones de paz. Todo el mundo percibe aquí que el asunto no marcha, o por lo menos que «aun no marcha».Ayer, a su retorno a Jerusalén, Vance se declaró «prudentemente optimista» tras sus «conversaciones positivas y alentadoras» en El Cairo. Pero unas horas más tarde, después de la entrevista de Vance con el primer ministro Menahern Begin, su portavoz Sherman indicó que la cuestión se encuentra en una «fase delicada».
Los ministros israelíes de Defensa y Asuntos Exteriores, Ezer Weizman y Moshe Dayan, respectivamente, están tratando de convencer a Begin de que acepte, las «nuevas ideas» traídas por Vance de Egipto, es decir, la nueva fórmula norteamericana para establecer «vínculación-horaria» entre el trataido de paz y la puesta en marcha del sistema de autonomía en Gaza y Cisjordania.
Begin se está haciendo rogar, no tanto sobre el fondo del asunto, según se nos aseguró ayer, sino acerca de otro problema: su capacidad para imponer el mecanismo a los sectores duros del gabinete, que ya no aceptan su autoridad como antes. Por eso, Vance mantuvo ayer una reunión restringida con siete ministros especialmente «influyentes», pero aparentemente sin éxito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.