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Protesta palestina por la destrucción de viviendas en Cisjordania

En la aldea palestina de Silwad, donde las autoridades israelíes dinamitaron el lunes pasado una casa en la que vivía una familia de diez personas, para castigarla porque uno de los hijos, de dieciséis años, pertenece a un grupo terrorista, se acaba de efectuar una conferencia de prensa organizada por representantes municipales palestinos, todos ellos de orientación moderada, en la que se han puesto de manifiesto los alcances de las «represalias colectivas» que están llevando a cabo los israelíes en la zona.

El alcalde de El-Bireh, una ciudad vecina, declaró que el gobernador militar de Cisjordania le había anunciado, precisamente, un día antes de la voladura, que la era de las represalias colectivas y de la destrucción de viviendas había terminado en atención a que la «paz -dijo, al parecer, el gobernador- está a punto de concretarse». La abogada israelí Felicia Langer llamó la atención sobre el hecho de que las autoridades militares de su país están ignorando una orden de la Corte Suprema de Jerusalén, para que se suspenda la destrucción de viviendas palestinas «hasta que la justicia estudie el asunto». La señora Langer dijo que esa clase de acciones vulneran los principios de la Convención de Ginebra y agravan la situación de los territorios ocupados.Hace unas horas se envió al gobernador de Cisjordania-, coronel Ben-Eliezer, una demanda de indemnizacionesí, en la que la familia del palestino Abdul Rahman Hamed reclama la reconstrucción de su casa, en el mismo lugar, a expensas del Gobierno de Jerusalén. Según los servicios de seguridad israelíes, la destrucción de la vivienda se hizo necesaria porque el hijo de Rahman, Akram Hamed, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina, la utilizaba para planificar el asesinato de colaboradores locales (palestinos) de los israelíes e incluso con el fin de reclutar combatientes para el Frente.

El enviado especial de EL PAIS a esta región constató ayer una gran efervescencia entre la población de Silwad por lo que aquí se califica de «retorno a la política inhumana de destrucción de viviendas» por parte del Ejército israelí, Hacía más de un año que las fuerzas de ocupación no volaban casas en Cisjordania.

Los grupos palestinos moderados no ocultan su asombro al comprobar que el ministro de Defensa, Ezer Weizman, vuelva a emplear ahora los mismos métodos que su antecesor laborista.

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