Experimentos para producir lluvia artificial en la zona de Valladolid
En su último boletín informativo, la Oficina Meteorológica Mundial (OMM) recuerda a sus lectores la decisión adoptada hace ocho meses por un grupo de expertos de diez países que eligieron a España, concretamente a la «zona centrada en torno a Valladolid», para iniciar a partir de enero un experimento meteorológico internacional que permitirá precisar, en una primera etapa, en que circunstancias, «cuándo y cómo», será posible aumentar las lluvias en una zona determinada del planeta.La «localización» de la parte ríoroeste de España, en la llanura que cruza el río Duero, fue elegida entre otras zonas de dieciséis países y aunque el plan originalmente concebido preveía investigaciones en dos o tres regiones del mundo, finalmente se adoptó como única, la mencionada región de España, por estimarse, según el profesor List (del departamento de Física de la Universidad de Toronto y presidente del grupo de expertos de la OMM), que es la que asegura las condiciones más próximas a las deseadas para la siembra de nubes con yoduro de plata.
A un mes del inicio de esta investigación, la OMM, ampliando sus anteriores informaciones, señala en su boletín que se utilizarán aviones para las medidas rutinarias microfisicas y de nubes, un radar para descubrir zonas de precipitación y seguir su evolución, estaciones de observación ae rológica, una red de observaciones meteorológicas a gran escala, con una oficina de análisis y predicción para determinar el carácter de las situaciones sinópticas y el estado de la atmósfera sobre la región, una red de pluviómetros (incluyendo unos cincuenta o cien pluviógrafos), para tener información sobre las configuraciones de precipitación en relación con los sistemas nubosos, y un laboratorio móvil para registrar las distribuciones de tamaños de las gotas de lluvia y, cerca de las oficinas centrales, contadores de núcleos de hielo y de condensación.
Uno de los aviones -indica la OMM- podrá volar con tiempo moderadamente malo, tanto de día como de noche, y estará equipado para medir variables tales como la temperatura del aire, presión atmosférica, humedad relativa, contenido en agua líquida, concentraciones de partículas de hielo y distribuciones de los tamaños de las gotas. Para ciertos periodos, durante los cuales se disponga de aviones de investigación altamente perfeccionados, se harán medidas de parámetros dinámicos, tales como las ascendencias y la convergencia en las nubes, así como la turbulencia existente.
Las investigaciones en territorio español serán concretadas en forma de precipitaciones en 1981, sobre una superficie de diez kilómetros cuadrados, aunque los estudios comprenderán una superficie cinco veces superior, es decir, cincuenta kilómetros cuadrados.
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