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"Mi pintura es fauve y expresionista, loca y quebrada como nuestra época"

Menchu Gal la pintora vasca, expone en Madrid

Los rasgos firmemente dibujados, los huesos largos que definen su perfil son como un sello de su identidad vasca, y tal vez por ello sorprende en un primer momento la espontaneidad, la viveza de su expresión, porque contradice esa imagen de típica mujer del Norte que presenta. Es Menchu Gal, nacida en Irún, pintora con veinte años de labor profesional y un extenso curriculum de premios y exposiciones. «Solterísima de nacimiento», se afirma.

Estos días Menchu Gal presenta en la Galería Santillano (Columela, 15) sus últimos cuadros. Desde este punto de plena madurez en su carrera explica cuál ha sido su evolución. «En 1958 empecé a pintar profesionalmente. Recuerdo que mi primera exposición en Madrid fue en la galería Estilo, que tenía entonces una gran solera. Estudié en la Real Academia de San Fernando y formé parte de la joven escuela de Madrid del 56, un grupo de pintores -yo era la única mujer- que practicaba una línea muy vitalista y natural. Después estuve con Ezenfant y Leger en París.«Mi pintura siempre ha tenido una manifiesta tendencia fauvista y también algo expresionista y romántica. Desde que empecé a pintar, Cézanne ha influido en mí, sobre todo su estructura. Pasé más tarde por una fase de cubismo analítico e intelectual y ahora he vuelto al color, a un tipo de pintura más gozosa y vital, pero también más torturada y algo cruel. En estos cuadros de esta exposición soy yo misma más que nunca. Pinto con absoluta libertad, no me freno ni me esfuerzo en absoluto. »

-El hecho de ser mujer y de dedicarse a una actividad considerada como gratuita y bastante subestimada en nuestra sociedad, ¿cómo ha repercutido en su vida y en su obra?

«La verdad es que no he encontrado trabas en mi trabajo. Pero si mi pintura ha sido más dura, más cerrada de lo que en otras condiciones hubiera podido ser, es porque no, era posible evadirse de una situación que me hacía sentir presa y atenazada. Si ahora mi pintura es más loca y quebrada es porque los tiempos que vivimos también son así. Para conseguir cierta serenidad hay que ir a buscarla al campo o al mar, en contacto directo con la naturaleza. Por eso yo paso cada año ocho meses en Irún, donde me siento completamente en paz. Allí es donde más y más a gusto pinto. Los hombres que trabajan directamente la tierra -los vendimiadores, sobre todo- son uno de los motivos más constantes en mis últimos cuadros. »

«Como mujer no me he sentido discriminada excepto en el momento de vender. Alguien me dijo hace poco que si en mi firma no apareciera Menchu, sino Juan o Pedro, se cotizaría más. »

Menchu Gal prepara tres exposiciones en provincias y después... «Pienso marcharme una temporada a Lanzarote y tal vez hacer un largo viaje de varios meses por América. Lo que más me apetece es huir de la ciudad. La ciudad me produce una especie de aprensión y a la larga me agota y me corroe.»

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