Comienzan las protestas contra la campaña de amenazas registradas en Euskadi

Continúa en todo el País Vasco la campaña de falsas alarmas y sustracciones de vehículos a punta de pistola, recrudecida desde la convocatoria del referéndum constitucional. Ayer, solamente en la provincia de Vizcaya, la policía tuvo que intervenir en quince ocasiones ante otros tantos avisos de colocación de artefactos explosivos. También se tuvo conocimiento ayer de un intento frustrado de robo de coche en Bilbao y de la sustracción de un taxi por tres jóvenes armados en pleno centro de San Sebastián.

La mayor parte de las alarmas sobre colocación de bombas se registraron, según Efe, en centros educativos. Por este motivo se manifestaron a primera hora de la tarde unas quinientas personas en Santurce, en su mayor parte alumnos de bachillerato y sus padres. Los manifestantes distribuyeron un comunicado firmado por los alumnos y profesores del Instituto Nacional de Bachillerato de Santurce, así como por padres de los estudiantes, en el que expresan su repulsa e indignación por los hechos.El comunicado señala que tales amenazas constituyen un «método coactivo que provoca un clima de tensión, atenta contra los más elementales derechos humanos e implica un detrimento de la enseñanza por la imposibilidad de recuperar los días perdidos».

Desalojo del Ayuntamiento de Irún

Otra amenaza de bomba se registró en el Ayuntamiento de Irún, que tuvo que ser desalojado, Al frente del Ayuntamiento irunés se encuentra una gestora multipartidista que sustituyó a la Corporación elegida en las últimas municipales franquistas. Como dato significativo cabe señalar que la gestora municipal, en sesión plenaria, y con un sólo voto en contra, acordó recientemente rendir un homenaje al industrial José Legasa, asesinado por ETA el pasado día 2 de noviembre, por haberse negado a pagar el «impuesto revolucionario» que pretendía imponerle la organización terrorista.Por otra parte, el comando autónomo Zapa-Roberto ha reivindicado el atentado contra la sede del Sindicato Unitario de Vitoria mediante un comunicado dirigido a la prensa local.

El mensaje fue depositado en un bar y en él se dice que el atentado fue cometido «ante la traición de los partidos y los sindicatos a la clase obrera» al no sumarse a la huelga general convocada dos días después de los sucesos de Mondragón.

Este mismo comando reivindicó hace días los atentados contra entidades bancarias y la sede de Comisiones Obreras en Mondragón al día siguiente de la muerte de los dos presuntos etarras.

En aquella ocasión algunas empresas en las que sus trabajadores, después de debatirlo en asamblea, decidieron no secundar la convocatoria de paro recibieron, asimismo, amenazas de bomba.