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La situación del teatro en España, objeto de interpelación en el Senado

El ministro de Cultura, Pío Cabanillas, fue interpelado ayer por los socialistas en el Pleno del Senado, en relación con la actual situación del teatro español. En una dura intervención los senadores socialistas Guillermo Alonso del Real y Joaquín Martínez Bjorman acusaron al Gobierno de seguir realizando una política teatral con los mismos defectos que la del anterior régimen y de tener miedo al teatro, en cuanto instrumento de progreso. Pío Cabanillas, por su parte, expuso las líneas fundamentales de lo que él calificó de verdadera política teatral por parte del Estado y manifestó que en 1978 la ayuda estatal al teatro se cifraría en 234 millones de pesetas.

En primer término el senador Alonso del Real manifestó que el teatro actual no está a la altura de la evolución de la sociedad española y puso como ejemplo la cartelera de Madrid y la de Barcelona, que calificó de escasa, y la nula de pueblos y ciudades. Respecto a la actividad del Gobierno en relación con el teatro estimó dicho senador que sigue manteniendo los mismos defectos que la del régimen anterior, es decir, su centralismo, su gigantismo, y hasta la misma picaresca.Se refirió a la política de creación de teatros estables y manifestó que casualmente sólo había sido creado uno por el momento, el teatro Castellano, con sede en Madrid. Respecto a la política de ayuda a la iniciativa privada, el senador socialista estimó que la misma no era adecuada. También se centró la intervención del senador socialista en la legislación que rige actualmente la actividad teatral, calificándola de anticuada. Concretamente se refirió a la reglamentación de Espectáculos de 1935 y al excesivo impuesto sobre localidad, un 5%, para las juntas de protección de menores.

Puso en duda que la política de ayuda alcanzase a los grupos teatrales que se destacaron durante la época anterior en la lucha por la democracia y denunció la actual política teatral que se realiza en Televisión Española.

Pío Cabanillas: "El teatro, un servicio público"

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El ministro de Cultura, tras manifestar que la actividad teatral exige necesariamente la ayuda económica exterior, bien estatal o de los entes locales, señaló que la actual política del Estado en este terreno se centra en fomentar el teatro como un servicio público y como un bien de consumo cultural, tanto a través de la propia iniciativa del Estado como de la ayuda a la iniciativa privada.

En lo que se refiere al primer supuesto, el ministro de Cultura se refirió al Centro Dramático Nacional, que él distinguió de los teatros nacionales, a la promoción del teatro infantil y a la reconsideración de la tradicional política de los festivales de España. El señor Cabanillas declaró que esta política de iniciativa estatal tendrá que ser completada por un Centro Nacional de Documentación.

Respecto a la ayuda a la iniciativa privada, el ministro de Cultura la centró en el programa de teatros estables, como base de los futuros centros dramáticos regionales.

Citó una amplia relación de grupos y compañías teatrales a los que se había prestado ayuda a lo largo de 1978. Se refirió, finalmente, a la reforma de las normas que rigen la actividad teatral y resaltó, fundamentalmente, la supresión de la censura y de la autorización previa. Convino con el senador socialista en que hay que reformar la actual reglamentación de espectáculos públicos y manifestó que se trabaja actualmente en la revisión de la fiscalidad así como del impuesto del 5% sobre localidad para las juntas de protección de menores.

El senador Martínez Bjorman insistió en los argumentos de su compañero de partido, y galificó el planteamiento teatral del Gobierno, de pobre. Afirmó que el ministro no había respondido a la interpelación presentada.

Emigración campesina

Otra interpelación al Gobierno, que también puede calificarse dura, fue la planteada por él senador socialista por Zamora Manuel Alonso Novo sobre las causas que han obligado en España a la emigración campesina. El senador socialista enumeró entre ellas la repoblación forestal, tal y como se viene practicando, el sistema de compras de terrenos que utiliza Icona, y los incendios, acusando de éstos a los especuladores y madereros. El señor Alonso Novo acusó a leona de incapacidad para hacer frente a los incendios que le producen. El ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, en una concisa y documental intervención defendió la política de repoblación forestal que se estaba realizando y llamó la atención sobre el peligro que supondría para España no cortar el proceso de desertización que se viene produciendo en las últimas décadas. Respecto a los incendios rechazó con fuerza la acusación de incapacidad a Icona y expuso las medidas que se tomarán contra los mismos en 1979. «España no será en el verano de 1979 el paraíso de los pirómanos», añadió.

Al margen de estas dos interpelaciones, el Pleno del Senado abordó ayer el estudio de otros puntos de diferente contenido e interés desigual. La senadora María Dolores Pelayo, de UCD, leyó el dictamen elaborado por la comisión especial de investigación sobre la situación del niño. Dicho dictamen resume en más de una docena de puntos la política que, a juicio de los senadores, debe mantener el Gobierno en relación con la protección al niño, desde su defensa ante todo tipo de violencia, hasta la urgente reglamentación de las normas que rigen las guarderías infantiles.

Por otra parte, el Pleno del Senado propuso para la próxima sesión, la aprobación del dictamen emitido por la comisión mixta Congreso-Senado, en relación con el proyecto de ley sobre bandas y grupos armados (antiterroristas). Este dictamen ya fue aprobado por el Pleno del Congreso, Por lo que sólo le falta para su entrada en vigor la aprobación del Pleno del Senado y su publicación en el BOE.

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