Salvar la sierra de Madrid
Soy aficionado a la montaña, aunque no practico deportes de nieve. Sin embargo, aun en invierno, paso la mayor parte de los días festivos en diferentes puntos de la sierra del Guadarrama. En los últimos días, los periódicos de Madrid han publicado una serie de informaciones sobre la posible suspensión de pagos de Tagsa, empresa propietaria de los remontes del puerto de Navacerrada y accionista importante de Valcotos.De mis excursiones por la sierra guardo un mal recuerdo cuando me acerco a la Bola del Mundo, Valdemartín, cerro del Telégrafo, Dos Hermanas y loma de El Noruego, por el estado en que han quedado estos parajes después de la instalación de los remontes y las obras complementarias: accesos, zonas de estacionamiento, etcétera.
Lo que hace menos de diez años eran paisajes serranos se han convertido el escombreras, con desmontes sin preservar y unas pistas que la mayor parte del año -más de ocho meses habitualmente- no sirven más que para herir la vista y la sensibilidad de los que buscamos en la montaña belleza y paz.
Vuelve a surgir -como en tantas otras actividades privadas que van mal- la conocida propuesta de que la Administración se haga cargo de las pérdidas de las empresas. Y esto se pide en beneficio de los deportistas de la región central y fundamentalmente de Madrid, de la industria hotelera y de los servicios que han crecido al amparo de la práctica de los deportes de nieve.
En mi opinión una elevación de los precios de los medios de remonte y la ayuda de los servicios que giran alrededor de los deportes de invierno deberían ser los medios de que no desaparezcan unas instalaciones, que existen, son útiles a miles de personas semanalmente y que, por otra parte, ya han hecho su daño al paisaje de forma irreparable. Porque, de todas formas, no se puede evitar el trasfondo de especulación inmobiliaria que trasciende en todo este asunto y que parece detenido gracias a una campaña, no oficial, que los amigos de la naturaleza llevan varios años realizando. Las declaraciones del presidente de la empresa Tagsa y las alusiones a los terrenos de Valcotos, propiedad de la empresa en los que se ha intentado una promoción inmobiliaria son inquietantes.
Medios para que se practiquen los deportes de invierno, sí; ayudas de la Administración para algo que puede convertir Navacerrada y Cotos en un Villalba, no. Definitivamente. no.
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