Comenzó el I Encuentro Económico Hispano-Arabe- Latinomericano

El ministro de Industria y Energía, Agustín Rodríguez Sahagún, y el director ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), doctor Abd el Rhaman Khane inauguraron ayer el I Encuentro Económico Hispano-Arabe-Latinoamericano, destinado a captar inversiones árabes para Latinoamérica con aportación de tecnología española.

A las sesiones de trabajo, que se prolongarán hasta el viernes, asisten varios centenares de personas. Por los posibles inversores árabes están presentes representantes de Arabia Saudita, Egipto, Kuwait, Emiratos Arabes Unidos y Libia. Por América Latina, representantes de los Gobiernos y del sector privado de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Por España, altos cargos del Ministerio de Industria y Energía, representantes del Instituto Nacional de Industria y de unas setenta empresas de diversos sectores, fundamentalmente de tecnología, construcción y química.El grueso de la representación española lo forman las seis entidades que han colaborado en la organización del encuentro junto al Gobierno español y la ONUDI: el Instituto de Crédito Oficial, Instituto Iberoamericano de Cooperación, Tecniberia (ingeniería), Sercobe (bienes de equipo), Aresbank (Banco Hispano-Arabe), y Arlabank (Banco Arabe-Latinoamericano).

Abrió la sesión el ministro de Industria, señor Rodríguez Sahagún, quien recordó que este primer encuentro se inscribe en el marco del comunicado conjunto firmado a principio del verano pasado entre España y la ONUDI, para colaborar en el desarrollo de los países tercermundistas. En este sentido indicó que el Gobierno desarrolla en estos momentos una amplia política de cooperación con los países árabes y, por otra parte, la tecnología española, sobre todo la intermedia, es de gran interés para Latinoamérica.

«Creemos -dijo el señor Rodríguez Sahagún- que es precisamente el nivel actual de desarrollo de España el más propicio para participar estrechamente con las necesidades de los países empeñados en una experiencia de industrialización.»

Por su parte, el director ejecutivo de la ONUDI, señor Khane, señaló que los países en desarrollo sólo participan ahora del ocho al 9 % de la riqueza industrial mundial, y él, personalmente, espera que en el año 2000 llegue al 25 %. Dijo que para ello se requieren fuertes inversiones en este período de tiempo y que, con el fin de promover el desarrollo industrial de los países del Tercer Mundo fue creada la ONUDI hace una década.

El señor Khane afirmó que la necesidad de mantener inversiones constantes lo muestra el hecho de que en los países en desarrollo haya actualmente trescientos millones de parados y mil millones de personas en empleos precarios o marginales. Tras indicar que es todavía más grave que estas cifras se verán aumentadas de forma alarmante a finales de siglo, manifestando que, no obstante, los países industrializados que tienen problemas de empleo no pueden echar la culpa del paro a los industrialmente emergentes.

El director ejecutivo de la ONUDI se refirió, por último, a la misión de este organismo, que tiene oficinas de canalización de inversiones a los países del Tercer Mundo en Bruselas, Colonia, Zurich y Nueva York. Anunció que, para cumplir tales funciones ONUDI pretende abrir una oficina en Madrid en fecha próxima.