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La alianza centro-comunista

Suárez puede, en teoría, retardar las elecciones generales en tanto que disponga de una mayoría en el actual Parlamento, que durará hasta 1981. Pero una elección tendrá lugar el año próximo, por que parece el complemento necesario para la nueva Constitución y porque el Parlamento elegido en junio de 1977, aunque dista años de luz de las asambleas franquistas, no es democráticamente puro. Por ejemplo, cuarenta de sus senadores fueron elegidos por el Rey. Pero el recuento de votos del Ministerio del Interior dejó mucho que desear, pues favoreció mucho a Suárez. No se formuló ninguna protesta porque se deseaba que la transición española fuese lo más suave posible. Por la misma razón se logró un acuerdo de restricción salarial con Suárez, sobreentendido. que habría pronto elecciones, como medida compensatoria. El partido de Suárez, el Centro Democrático, tiene sólo 166 escaños del Congreso, de un total de 350. Puede lograr la mayoría si cuenta con los votos del partido derechista Alianza Popular o con los votos catalanes y vascos de tendencia centrista. Pero romper un acuerdo válido hasta la ección de 1979 y gobernar con un Parlamento elegido bajo la vieja constitución, hubiese sido una pobre solución. Suárez tuvo la habilidad de asegurarse el apoyo de los socialistas, en un momento de dificultades económicas, y ofreció algunas carteras a los independientes en su Gobierno. Pero siempre buscó el apoyo de los socialistas para gobernar. Muchos militantes del partido del primer ministro afirman que se está forjando una alianza contra natura con los comunistas para impedir que los socialistas ganen las próximas elecciones. Esta alianza le daría no sólo la mayoría que necesita para sobrevivir, sino también las restricciones salariales que Comisiones Obreras, controladas por el Partido Comunista, puede proporcionarles. El líder comunista Santiago Carrillo se ha acomodado más a la política del Gobierno que los socialistas. Carrillo quiere evitar que los socialistas gobiernen. Cree qué después de un prolongado dominio derechista, la mayoría del pueblo se demostrará escéptica del programa vagamente fabiano del Partido Socialista y dará sus votos a un Partido Comunista mejor estructurado. Sería un error de Suárez creer a este Mefistófeles ibérico. Carrillo puede dirigir uno de los partidos comunistas occidentales más democráticos. Pero no es aceptable todavía para la mayoría de los españoles ni para el Ejército. El Partido Socialista es una alternativa aceptable de Gobierno, porque es incontestablemente democrático.Con los peligros que corre la joven democracia española necesita tener una alternativa de Gobierno como Gran Bretaña y Alemania Federal o continuar gobernándose por un partido de centro derecha como en Francia y en Italia. El dominio de un solo partido lleva a un Gobierno inmóvil y a la corrupción burocrática (...).

7 octubre

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