Israel considera una operación militar en Líbano
Los medios diplomáticos de Tel-Aviv se interrogan sobre si el presidente egipcio, Anuar el Sadat, ha indicado a Jerusalén que una intervención israelí en Líbano contra los sirios no pondrá en peligro las negociaciones de paz que se iniciaron ayer en Washington. Mientras tanto, los comentaristas militares israelíes consideran que el traslado de unidades palestinas pro-sirias a Beirut, donde ayer empezaron a tomar posiciones, proporciona una oportunidad única para una eventual operación militar israelí en Líbano.
En Jerusalén han concedido una gran importancia a las últimas manifestaciones del presidente egipcio Sadat, en las que ha declarado su determinación de apresurar las negociaciones y firmar la paz con Israel, «sin esperar que Siria y Jordania se decidan a seguir su ejemplo». Se subraya especialmente el párrafo en el que Sadat acusa a los sirios de cometer «un crimen gratuito» en Líbano. Esta postura ha sido acogida con satisfacción en Jerusalén.Hasta ahora, la mayoría de los dirigentes israelíes, especialmente el ministro de Defensa, Ezer Weizman, no querían oír hablar de una intervención israelí en Líbano, con el fin de no compro meter las negociaciones de paz con Egipto.
Sin embargo, la toma de postura de Sadat parece avalar de antemano -según consideran los expertos israelíes- una operación militar contra Siria en Líbano. Estos expertos subrayan que una victoria siria en Líbano reforzaría a Damasco y al Frente de Firmeza Arabe en su conjunto, a la vez que debilitaría a Egipto y las posibilidades de éxito en las negociaciones de paz. De ahí el que Sadat haya alentado indirectamente a los israelíes al invitarles a «no andarse con contemplaciones» con los sirios.
Finalmente, los expertos israelíes ponen de relieve que el envío al frente libanés por parte de Damasco de dos regimientos del Ejército de Liberación de Palestina, acantonados en Siria, «abre nuevas opciones a Israel», según términos utilizados por el comentarista militar del influyente diario Haaretz. Este traslado de fuerzas ofrecería a los israelíes una ocasión única para justificar una eventual intervención militar. En efecto, una operación militar israelí estaría ahora dirigida, al menos en apariencia, no contra los sirios, sino contra dichas unidades palestinas, mandadas por oficiales sirios y teledirigidas por Damasco.
Según informa la agencia Efe desde Jerusalén, ha tenido lugar en esta ciudad una reunión especial del Gobierno israelí, presidida por el primer ministro, Menahem Begin, y en la que ha participado el jefe del Estado Mayor, general Rafael Eitan, y el jefe del servicio de espionaje, en la que se ha analizado la situación en Líbano. Según la misma agencia, en medios oficiales israelíes consideran que el traslado de unidades palestinas a Líbano desde Siria y la evacuación de los familiares del personal de la embajada de la URSS en Beirut hacen pensar que los sirios se preparan para entablar una batalla decisiva.
Esos mismos medios afirman que las advertencias diplomáticas y el ataque naval israelí, al parecer, no han dado resultados.
Entrevista Sarkis-Assad
Mientras tanto, el presidente de Líbano regresó ayer a Beirut tras efectuar una gira por varios países árabes, iniciada y concluida en Damasco con sendas entrevistas, la última ayer mismo, con el Presidente sirio, Hafez el Assad. Durante seis días, el presidente libanés ha visitado Siria, Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Kuwait, Jordania y nuevamente Siria.
Todos estos países, con excepción de Jordania, participan en o financian la Fuerza Arabe de Pacificación estacionada en Líbano, la mayor parte de cuyos efectivos en hombres y armas han sido proporcionados por Siria (unos 30.000 hombres). La gira de Sarkis ha estado destinada a buscar ayuda para estabilizar el frágil alto el fuego en Beirut, así como una redefinición del papel de la citada fuerza árabe, cuyo mandato expira el próximo día 26. Estos dos temas serán el objetivo de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los países implicados en la Fuerza Arabe de Pacificación.
Aunque no ha traslucido el contenido de las conversaciones Sarkis-Assad, los observadores consideran que el presidente libanés ha tratado de alcanzar una mayor autonomía con relación a Damasco y el paso a segunda línea de las fuerzas sirias en Líbano, así como robustecer el Ejército Nacional Libanés para que pueda garantizar la paz y la unidad libanesa.
En este sentido, los mismos observadores consideran que el despliegue de los dos regimientos palestinos en Beirut significa una velada «llamada al orden» al presidente libanés por parte de Damasco.
Por su parte, el ex presidente libanés y líder de la derecha cristiana, Camille Chamun, advirtió ayer que este hecho amenaza reactivar la guerra civil que asoló Líbano en 1975 y 1976.
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