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El ministro de Sanidad y Seguridad Social explica los proyectos de su departamento

El ministro de Sanidad y Seguridad Social, Enrique Sánchez de León, mantuvo ayer una rueda de prensa en Televisión Española para informar de los principales problemas y proyectos de su Ministerio. Coordinado por Pedro Macías, intervinieron en el programa redactores de El Noticiero Universal, de Barcelona; ABC, Informaciones y EL PAIS, de Madrid.Sobre el tema de la corrupción en la Seguridad Social, el ministro matizó la necesidad de partir de un conocimiento de la realidad antes de sugerir cifras, como la de 150.000 millones que se despilfarran anualmente o, cuando menos, se gestionan mal. En lo que atañe a los conflictos de los médicos, cuya mayor incidencia coincidió con el último mes de agosto, señaló la falta de virtualidad del mencionado conflicto, a la vez que insistió en la absoluta necesidad de controlar el gasto, cuya ausencia de control ha propiciado con frecuencia el fraude a la Seguridad Social. «El Ministerio -declaró Sánchez de León- tiene especial interés en solucionar el problema de la posible mala gestión de la Seguridad Social.»

Sobre la posible implicación de las dimisiones de los dos subsecretarios del departamento con el conflicto planteado con la apertura de seis expedientes a altos cargos de la Ciudad Sanitaria La Paz, de Madrid, declaró que la coincidencia cronológica de noticias no tenía nada que ver con una posible interrelación de las mismas. Aprovechó la pregunta para matizar que el hecho de que el Ministerio incoara una serie de expedientes no pueden suponer una imputación al prestigio o la honorabilidad de las personas implicadas.

Sobre la posibilidad de que el Ministerio transfiera diversas competencias de Sanidad y de Seguridad Social a los entes preautonómicos, el ministro respondió que no se podía hablar del tema con propiedad hasta que no estuviera aprobada la Constitución y, con ella, clarificadas las relaciones administrativas entre Madrid y las distintas entidades autonómicas. En la pregunta se aludió al dato concreto de que en 1975, Cataluña había recaudado 122.000 millones de pesetas en concepto de cuotas de la Seguridad Social, mientras que la reinversión en dicha región fue de 80.000 millones. El ministro declaró que era absolutamente necesario comprender que la Seguridad Social es, básicamente, solidaridad y que, por tanto, los trabajadores con niveles salariales más altos, o las regiones con un mayor nivel de ingresos y desarrollo, deberán ser conscientes de la necesidad de ayudar a las personas o regiones con niveles inferiores. En lo que se refiere a las cuestiones de Sanidad, declaró que las transferencias con la Generalidad estaban prácticamente terminadas.

La necesidad de la subdivisión entre Sanidad y Seguridad Social fue otro de los temas más preciados para el ministro, quien señaló que, hasta la fecha, el Estado había hecho cierta dejación de las cuestiones de la salud en la Seguridad Social, lo que, evidentemente, debía de ser criticado. Si hasta la fecha no se habían diversificado las dos y distintas competencias ministeriales se debió más a razones jurídicas, patrimoniales, financieras o de funcionarios que a los propios deseos del actual equipo ministerial. Rechazó radicalmente la posibilidad de que el Ministerio deseara «privatizar» o «estatalizar» la Seguridad Social, términos manejados en la rueda de prensa como rumores, defendiendo un concepto mixto de funcionamiento: por una parte, el usuario debe de poder elegir el médico que desee y, por otra, el Estado debe de financiar los cada vez más costosos medios técnicos necesarios.

Ya en el ámbito específico de las reformas de la Sanidad y Seguridad Social, entroncadas con el inminente proyecto de ley de Gestión que se presentará al próximo Consejo de Ministros o, en el caso de que se dedique monográficamente al tema de los Presupuestos Generales del Estado, al siguiente, el ministro señaló que el modelo europeo occidental de la Seguridad Social, modelo a seguir, eliminaba del mencionado servicio una serie de prestaciones que, hasta la fecha, se le atribuían en España, desde créditos para viviendas, a temas relacionados con la formación profesional. La Sanidad tiene que mejorar la asistencia primaria (médicos de cabecera) y mejorar las condiciones de trabajo de los médicos rurales. En definitiva, de lo que se trata, a juicio del ministro, es de potenciar la primera línea de actuación de los médicos en beneficio de los enfermos.

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