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Profunda crisis en la asistencia sanitaria de Vizcaya

La crisis de asistencia hospitalaria en Vizcaya se ha agravado en las últimas veinticuatro horas de una forma alarmante. Al colapso que sufre la residencia sanitaria de Cruces -sin camas disponibles- y a la paralización de las obras del hospital Clínico de Lejona -que podría crear setecientas nuevas camas- hay que añadir ahora la situación creada en el hospital Civil de Bilbao, cuya dirección niega desde ayer atención a los beneficiarios de la Seguridad Social si no se comprometen a abonar la asistencia que requieran.

Entre los hospitales de Cruces y Bilbao -los dos únicos en funcionamiento en la actualidad- absorben el 100% de los enfermos de la Seguridad Social de Vizcaya.A partir de las cero horas de la madrugada de ayer el hospital Civil de Bilbao se convirtió en hospital de pago para los beneficiarios de la Seguridad Social. Como había anunciado días pasados la dirección, el centro sanitario no admite desde ayer a ningún enfermo con cartilla del INP si no es con la condición previa de que se hará responsable de los gastos. La razón de esta drástica decisión se debe a una postura de fuerza del hospital de Bilbao, por la no ratificación por parte del Ministerio de Sanidad, del convenio que para 1978 habían negociado previamente el centro y el Instituto Nacional de Previsíon.

El anterior convenio -renovable cada año- había caducado el 31 de diciembre de 1977. En febrero una comisión mixta hospital Civil-INP comenzó las negociaciones para un nuevo convenio para llegar a un acuerdo el 18 de junio. Las condiciones ofrecidas por el INP fijaban una asignación de 5.200 pesetas por estancia y cama para dejar el precio de consultas y exploraciones en las cifras del pasado año -entre 250 y cuatrocientas pesetas-. Estas condiciones resultaron aceptables para la dirección del hospital, que en los primeros meses de 1978 había elevado sueldos, aumentado la plantilla y realizado algunas obras.

La dirección del hospital había solicitado con fecha de 18 de mayo -en plena negociación del convenio- un préstamo adelantado del INP para poder aguantar. Ni el préstamo ni la ratificación habían llegado a finales del mes de septiembre. Tras una serie de inútiles gestiones con el INP y el Ministerio de Sanidad, la comisión delegada del hospital -integrada por su presidente, director y representantes de todos los estamentos- decidieron que si el convenio no se ratificaba para el día 9, el centro dejaría de atender, por cuenta del INP, a los beneficiarios de la Seguridad Social (el centro viene prestando asistencia al 45% de los enfermos de la Seguridad Social de Vizcaya).

El director del hospital Civil de Bilbao explicaba ayer a EL PAIS la situación creada en el centro por la no ratificación del convenio.

Pérdidas

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«Si tenemos en cuenta que hasta el 31 de diciembre se pagaban 3.875 pesetas diarias por asistencia y cama y que a raíz del acuerdo en convenio entre el centro y el INP el nuevo precio acordado para 1978 es de 5.200 pesetas, el hospital civil de Bilbao, al no ratificarse el convenio, está perdiendo desde el 1 de enero 1.800 pesetas diarias por cama. Desde esta fecha el centro ha debido adelantar de sus arcas la asistencia de 750 enfermos de la Seguridad Social ingresados en el hospital que, por término medio, son atendidos diariamente allí. Hemos tenido que adelantar en los últimos meses más de 320 millones de pesetas y las cajas de ahorro que nos ayudaban nos han cerrado la espita de los créditos.»Ayer en las puertas de acceso al hospital Civil de Bilbao se observaba una inhabitual tranquilidad. Muy poca gente había acudido al hospital para solicitar el ingreso. «Se ha notado mucho la medida, sobre todo en casos no urgentes -declaraba el director del centro.» En casos de urgencia, de enfermos graves, el personal del centro decidió ingresarles inmediatamente, no sin antes recordar a su familia que debían hacerse cargo de las atenciones al enfermo.

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