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Frases más destacadas del discurso

El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, destacó en su discurso ante las Naciones Unidas el interés de España por Europa, Africa y Latinoamérica Y el deseo de «favorecer la paz y seguridad internacionales mediante la distensión y el desarme, la defensa de los derechos humanos la superación de las distancias entre los países en vías de desarrollo y los países industrializados».A lo largo del discurso el ministro dijo, entre otras cosas:

Latinoamérica: «Nuestros esfuerzos se orientan hacia el fortalecimiento de un espíritu comunitario, enteramente compatible con nuestra integración europea, que esperamos cristalice en fórmulas institucionales.»

Oriente Próximo: «Las conversaciones de Camp David suponen un intento de progresar hacia la solución de uno de los temas más difíciles.»

Líbano: «Deben ser respetadas la independencia. soberanía e integridad territorial.»

Suráfrica: «Condenamos y rechazamos el apartheid y la política de segregación territorial.»

Sahara: «Se necesita con urgencia una solución negociada y pacífica.»

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Gibraltar: «EI Gobierno británico tiene que comprender que no es posible seguir ignorando por más tiempo la obligación de abrir negociaciones con España.»

Conferencia Seguridad Europea: «España se empeñará con la mayor dedicación a preparar la reunión de Madrid.»-

Derechos humanos: «Mi Gobierno está persuadido de que, ahora y en los próximos años, es esencial que nos esforcemos por mejorar y perfeccionar los mecanismos institucionales de garantía y control de los derechos humanos, en la línea de las propuestas que ya ha conocido esta Asamblea. De ahí que estemos decididos a una acción inspirada en las siguientes directrices: la violación persistente de los derechos humanos fundamentales, donde quiera que se produzca, es condenable sin que pueda alegarse que se trata de una materia de la exclusiva competencia interna de los Estados; la supresión flagrante de los derechos humanos fundamentales, allá donde se realice, constituye una amenaza a la paz; deben perfeccionarse los mecanismos de control existentes a fin de hacerlos no sólo más eficaces, sino más objetivos e imparciales.»

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