El Frente Polisario liberará en breve plazo a los pescadores españoles

La promesa formal del Frente Polisario de que en breve plazo liberará a los pescadores españoles que retiene, la comprobación de que el tema de las islas Canarias ha desaparecido del interés argelino, la restauración de las relaciones con Argel tras una etapa difícil y la reafirmación del interés de Madrid por mantenerla amistad con Marruecos constituyen para Javier Rupérez, responsable de las relaciones internacionales de UCD, un primer balance del viaje que ha realizado recientemente al Sahara, donde se ha desarrollado el IV Congreso del Frente Polisario.

Para el secretario de asuntos exteriores de Unión de Centro Democrático, la posibilidad de que su viaje haya significado el reconocimiento explícito, por parte de su partido, del Frente Polisario constituye una cuestión académica. Con estos términos se refirió también a la eventualidad de que su viaje haya supuesto una revisión de los Acuerdos de Madrid, suscritos poco antes de la muerte de Franco por Madrid, Rabat y el régimen mauritano, sobre la cuestión del Sahara occidental.Con muestras de cansancio y en medio de generalizaciones, Javier Rupérez se refirió a que su periplo había tenido por objetivo la reapertura del diálogo con las autoridades argelinas, con cuyos responsables estatales, políticos, del partido y del Ministerio de Asuntos Exteriores había conversado. Señaló, igualmente, que se habían dado pasos hacia la pacificación global del área y aludió a que los propósitos de su partido se orientan hacia un fortalecimiento de las relaciones bilaterales y multilaterales en todo el norte de África.

A una pregunta, según la cual cabría establecer una cierta vinculación entre este viaje y el realizado por el presidente Suárez a Cuba, dado el ascendiente de Fidel Castro sobre Argel, el señor Rupérez indicó que el ascendiente del presidente Suárez en África era elevado y suficiente como para no precisar de aquel otro. «Es impreciso -dijo- señalar que el viaje a La Habana ha sido el detonante de este otro.» Sin embargo, precisó que ello no obstaba para que se haya producido la eventual ayuda de países amigos.

En otro apartado de la rueda de prensa celebrada a su regreso de la capital argelina, se mostró optimista ante un posible viaje del presidente Suárez a Argel.

Se pronunció favorablemente sobre los cambios producidos en la región norteafricana tras el golpe de Estado que derrocó al primer ministro mauritano Moktar Uld Daddah, y afirmó, además, que con el cambio en la cúpula política mauritana en la situación se introducían factores que consideraba muy positivos.

Por último, ponderó la actitud de los partidos políticos hacia la cuestión del norte de África y se refirió a que consideraba necesario salir de la política donde la amistad hacia una capital norteafricana implique, necesariamente, la enemistad con otra capital. En cuanto a Francia señaló que ha de intervenir en la pacificación general del área, y puertas adentro de su partido manifestó que si bien no ha consultado a todos los militantes, posee la constancia de que, en líneas generales, han apoyado sus planteamientos ante el congreso saharaui.

Destacó también que el grado de internacionalización del conflicto saharaui no ha llegado al nivel de convertirse en tema preocupante para los grandes centros mundiales de poder. Respecto al congreso saharaui en sí, hizo hincapié en el interés del Frente Polisario en la mediación de las Naciones Unidas y afirmó que la cuestión de la autodeterminación saharaui seguía pendiente.