No aparecieron los supuestos secuestradores de un avión de la TWA
Con el extraño secuestro ayer del Boeing 707 de la compañía norteamericana TWA que efectuaba su vuelo regular entre Nueva York y Ginebra debutó un nuevo tipo de terrorismo, para cuya acción no fue necesario ni el uso ni la presencia de armas intimidatorias.Bastó un documento de diecinueve páginas dirigido al comandante de la nave para que los pasajeros y el equipaje se sintieran secuestrados, y que fuera, en el aeropuerto, se produjera una movilización policial sin precedentes y el Gobierno helvético constituyera un Estado Mayor de Crisis. En un momento hasta se habló del viaje a Ginebra de algunos generales de la OTAN, cuya llegada no fue confirmada.
El documento que encontró entre sus piernas una azafata del avión al despertarse a la altura de París, 45 minutos antes del aterrizaje en el aeropuerto Cointrin, de esta ciudad, pedía la liberación, antes de las 17.30 horas, de siete personas. Una de ellas era Rudolf Hess, máximo consejero de Hitler y que se encuentra en una prisión de Berlín Oeste cumpliendo pena de prisión a perpetuidad. También se pedía la liberación de Sirhan Sirhan, asesino de Robert Kennedy; de cuatro croatas, cuya identidad se desconocía en horas de la tarde de ayer, y de un palestino, sobre el que también se desconocía su identidad.
El documento, de diecinueve páginas, escritas en inglés y dirigido al comandante de la nave, aparecía firmado por el «Consejo para la liberación mutua, la alianza por la paz, la justicia y la libertad en el mundo». El contenido de las diecinueve páginas, que fueron leídas por el comandante a los miembros del Estado Mayor de Crisis, que encabezó el ministro de Justicia y Policía (ministro del Interior), Kurt Furgier, y grabado en la torre de control, desde un principio fue estimado como «incoherente», pero, en todo caso, redactado por elementos nazis o de extrema derecha, o por un grupo de deficientes mentales, se dijo insistentemente.
La prensa sólo fue informada a las 16.00 horas que ninguna persona de entre los pasajeros actuaba como terrorista y que el secuestro tenía sus móviles intimidatorios, única y exclusivamente, en el contenido del documento, en el que se amenazaba con hacer estallar el avión si no se cumplía con lo requerido en él.
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