Se agrava el conflicto de los maestros de EGB de Galicia

El conflicto derivado del traslado forzoso de maestros gallegos se agravó ayer extraordinariamente al no haberse logrado ningún tipo de acuerdos en la entrevista que mantuvo una comisión de afectados con el director general de personal del Ministerio de Educación y Ciencia. Mientras esta reunión se celebraba en Madrid, en La Coruña algo más de doscientos profesores de EGB ocuparon, desde las once de la mañana, la sede de la Delegación Provincial del Ministerio, en espera de las negociaciones y como medida de apoyo a las peticiones de que se dejara sin efecto el concurso de traslado.Poco después de las dos de la tarde, representantes del Gobierno Civil visitaron a los ocupantes para informarles de que deberían desalojar el edificio. Pasadas las tres hizo acto de presencia la Policía Armada y anunció que procedería al desalojo por la fuerza en caso de que voluntariamente no abandonasen la sede oficial ocupada.

Coincidiendo con todo esto, llegaron noticias de Madrid de que el Ministerio no aceptaba ninguno de los puntos propuestos por los maestros ni ofrecía alternativa alguna que variase la aplicación inmediata de los desplazamientos forzosos. Según explicó a la asamblea de encerrados un portavoz de los profesores, el Ministerio dice que el problema sólo puede ser abordado a nivel estatal y sería necesaria una regulación a fondo de la cuestión, lo que implicaría, seguramente, la aplicación de un concurso regional, que sólo quedaría resuelto en noviembre o diciembre, seguido de otro concurso nacional. No sería aplicable tampoco, ahora mismo, la fórmula de las comisiones de servicio, solución que ya fue rechazada por los maestros anteriormente, porque están expresamente prohibidas por una reciente ley.

«No puede ser más decepcionante e insultante incluso para los maestros -contestó a EL PAÍS un miembro de la comisión de La Coruña-. No hay solución oficial de ningún tipo que sea aplicable al caso concreto de Galicia y, sin embargo, el problema es específicamente gallego. El Ministerio empieza a tomarnos el pelo, como ya lo hizo en cursos anteriores, pero esta vez estamos dispuestos a dar la batalla contra los traslados hasta sus últimas consecuencias.»

De momento decidieron seguir encerrados a pesar de las presiones que hizo la policía para que desalojaran por las buenas. «Nos echarán de aquí -informó la comisión-, pero iremos a otro sitio o volveremos. No vamos a quedarnos quietos en nuestras casas. »

Mientras opinaban de este modo, contactaban a las asociaciones de vecinos para pedirles ayuda. El gobernador les anunció que serían desalojados a las diez de la noche, último plazo en el momento de cerrar esta información, después de once horas de encierro. Para esa hora se esperaba ya la presencia en la calle de asociaciones vecinales y otros sectores populares que se solidarizan con los maestros.