L. D. Alegría: "Defender el orden es defender la unidad"
«-¿Por qué su negativa al término nacionalidades?-Creo que está bien cIaro el artículo dos de la Constitución, el que trata de la indisolubilidad de España. Por ello, pienso que el concepto nacionalidades se puede contraponer a este artículo, ya que en este término subyace la nación y aunque éste no exija ciertamente el concepto de Estado puede, sin embargo, servir a minorías radicalizadas para reivindicar la autodeterminación de las regiones, como ya ha ocurrido en el Congreso de los Diputados con las minorías vasco-catalanas.
-¿Se presta el texto constitucional a equívocos graves?
- Efectivamente, sí. Una Constitución debe ser totalmente clara, y, transparente, y no debe dejar ningún resquicio a interpretaciones contrarias a lo que el texto dice. Sobre el tema anterior quiero añadir que, en un concepto de región autónoma, inteligentemente concebido, caben todas las peculiarídades de los pueblos que integran la nación: formas de cultura, manera de ser de los pueblos, manifestaciones lingüísticas, etcétera. Por supuesto, esto no debe atentar contra la unidad de la patria.
Otra de las enmiendas del señor Díez Alegría se refiere a las funciones de las Fuerzas Armadas (Ejércitos de Tierra, Armada y Aire).
-La enmienda que propongo está implícitamente en el artículo en cuestión. Si las Fuerzas Armadas tienen como misión defender el orden constitucional (artículo 8º) y la Constitución se funda en la indisolubilidad de la unidad de la nación española (artículo 2º), no se puede defender este orden sin defender la unidad nacional. Por ello, pienso que esto debería añadirse al artículo ocho, o, por lo menos, dejarlo claro, ya que una mala interpretación en este sentido puede acarrear en un futuro problemas muy graves. »
10 agosto.
