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Violentos ataques de Cuba contra China y Estados Unidos

El ministro cubano de Asuntos Exteriores, Isidoro Malmierca, lanzó ayer un violento ataque contra China y Estados Unidos ante los ministros del Exterior de los países no alineados, que se encuentran reunidos en Belgrado. En su intervención ante la conferencia no alineada el ministro cubano parafraseó esencialmente el discurso del jefe del Gobierno, Fidel Castro, el pasado 26 de julio en Santiago de Cuba. Nuestro enviado especial en aquella ciudad oriental cubana, Enric Canals, informaba que la delegación china a los actos conmemorativos del 25 aniversario del asalto al cuartel Moncada, abandonó la tribuna de los invitados cuando Castro pronunciaba sus críticas contra Pekín.

La delegación china estaba presidida por el embajador en La Habana. Li Shan Yi. «La repugnante traición a la causa del internacionalismo proletario perpetuada por los dirigentes chinos, su demencial conducta política y su alianza desvergonzada con las potencias imperialistas -dijo Castro-, han constituido un rudo golpe para las fuerzas progresistas del mundo.» El líder cubano añadió que Vietnam, Angola y Cuba sufren actualmente «los brutales ataques la hostilidad y las calumnias de la dirección traidora china».Nuestro enviado especial informaba que los 20.000 cubanos que asistían al acto arreciaron en aplausos, sobre todo, cuando el primer ministro cubano dijo que China había justificado el bloqueo norteamericano contra Cuba y el mantenimiento de la base naval de Guantánamo por parte de Estados Unidos. Esta actitud fue estigmatizada por Castro como «hecho increíble e infamia».

Castro calificó de «loca aventura» la revolución cultural china y de «problema artificialmente creado» el de la banda de los cuatro. «Todo era posible de esperar -dijo- desde que en la República Popular china convirtieron en diosa un ridículo mortal y destruyeron el partido y se dejaron arrastrar por el chovinismo y el espíritu pequeño burgués que los condujo a la traición, al internacionalismo y a la conversión de un Estado socialista en una satrapía nepótica, donde las esposas y los yernos de los gobernantes pasaron a ser miembros del buró político.»

Pese a que las alusiones a China ocuparon gran parte del largo discurso -más de dos horas- Castro tuvo también palabras de extrema dureza con el presidente Carter y la política de Estados Unidos. Estas críticas a la política norteamericana fueron acompañadas de claras alusiones favorables a la política soviética y a la ayuda recibida por Cuba por parte de la URSS.

Todos estos temas y ataques fueron retomados en Belgrado por Isidoro Malmierca, quien al ígual que Fidel Castro, dijo a los no alineados que la presencia de las tropas cubanas en Africa es una consecuencia del espíritu internacionalista de la revolución cubana. «No se puede ser neutral -había dicho Castro-, en ninguna de las múltiples situaciones de la lucha política, económica y social, entre las fuerzas reaccionarias y las fuerzas progresistas del mundo», y citó explícitamente la situación en Panamá, Chile, Vietnam, Angola, Chipre y Etiopía, entre otros.

Parafraseando estas declaraciones el ministro del Exterior cubano dijo en Belgrado, que las tropas de su país no estaban en ningún país que no les hubiese llamado un Gobierno legal.

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