El PC italiano aceptará un candidato socialista para la presidencia

En la elección del nuevo presidente de la República, los socialistas están dispuestos a dar la batalla, mientras la DC y el PCI se mantienen sólo en una línea de «principios», dispuestos a aceptar un candidato «con el máximo de consenso».

La dirección socialista anunció ayer oficialmente, después de la reunión de su directiva, que el PSI presentará un candidato propio y socialista. También ha creado una comisión, compuesta por Craxi, Signorile y los presidentes de sus grupos parlamentarios, para entablar conversaciones con los demás partidos. Sólo entonces darán a conocer el nombre de su postulante.

Los comunistas se muestran muy preocupados porque esta iniciativa de los socialistas está recibiendo el respaldo de toda el área contraria al «compromiso histórico». Lucio Magri, secretario del partido de Unidad Proletaria, pidió ayer, en una carta dirigida al PCI, al PSI y al grupo de izquierda independiente, que la izquierda se una y presente un candidato «socialista».

Berlinguen fue acusado por Craxi de estar dispuesto a aceptar un democristiano (Zaccagnini o Andreotti) para facilitar el «compromiso histórico». El PCI negó categóricamente la existencia de «acuerdos secretos». Craxi replicó que, en ese caso, el PCI debe votar a un «laico». El Partido Comunista se irritó porque no está de acuerdo, como la DC y los republicanos, con ningún tipo de «prejuicio».

Al regreso de Berlinguer de Yugoslavia, donde el dirigente se entrevistó durante horas con Signorile, vicesecretario del PSI, parece que algo empezó a cambiar en la orientación de los comunistas. El PCI ha dado a entender ahora que estaría de acuerdo en apoyar a un candidato socialista, pero con la condición de que no sea «contra» la DC. Berlinguer, prácticamente, le dice a Craxi: así como vosotros no estáis de acuerdo con un candidato votado únicamente por dos partidos (Zaccagnini, aceptado por la DC y el PCI), nosotros tampoco aceptamos un candidato votado sólo por PCI y PSI.

El PCI teme una cosa en este momento: que los socialistas insistan en presentar un candidato sin posibilidades de ser elegido para aprovechar después esa «derrota» de cara a la nueva izquierda. Por eso, ayer L 'Unita señaló en un editorial que se pueden presentar candidaturas laicas astutamente destinadas a la derrota para dar lugar sobre ese fracaso a una polémica instrumental. Y añadió: «No queremos un presidente para el compromiso histórico, ni para la alternativa de izquierda, ni para el centro-izquierda o el centrismo. Nosotros trabajamos para una solución en la cual puedan reconocerse todas las fuerzas democráticas.»