La OTAN defenderá la ruta del petróleo

Un plan de defensa de las rutas marítimas alrededor del cabo de Buena Esperanza, por las que se transporta el petróleo de Oriente Próximo a Europa y Norteamérica, ha sido elaborado por la OTAN, según reveló ayer el secretario general de esta organización, Josep Luns.

Los problemas marítimos a que debe hacer frente la Alianza Atlántica fueron estudiados en un simposio de la OTAN denominado «Sea Link» y celebrado en Annapolis, muy cerca de Washington. Los dirigentes de la OTAN consideran que la creciente presencia soviética a lo largo de la ruta del cabo es una importante amenaza a la seguridad de Occidente.

Obviamente, el secretario general de la OTAN no dio detalles sobre el plan defensivo, ni sobre los países o bases desde los que se pondría en práctica, en caso necesario, dicho plan. Sin embargo, Luns dijo que los países africanos afectados no han sido informados del plan de la Alianza Atlántica.

Respecto a la posibilidad de que la OTAN modificara su carta fundacional y extendiera su campo de acción más abajo del trópico de Cáncer, es decir al Atlántico sur, el señor Luns dijo que le parecía «poco realista», porque sería necesario para ello el consentimiento unánime de los países miembros de la OTAN, lo que no parece posible por el momento.

Según el secretario general de la OTAN, los soviéticos han dado mayor importancia, en los últimos años, dentro de su orden de prioridades navales, a la interferencia de las rutas del petróleo destinado a Occidente. Joseph Luns añadió que buques franceses, ingleses y norteamericanos navegan por debajo del trópico de Cáncer, pero que no están encuadrados dentro de un plan general de la OTAN.

Preocupación por la presencia soviética

El incremento de las facilidades portuarias y pesqueras de los soviéticos en Africa es motivo de preocupación entre los estados mayores navales de la Alianza Atlántica, y una escuadra de la marina de guerra rusa se encuentra actualmente en aguas de Africa occidental, se añadió en una conferencia de prensa celebrada en Annapolis.Esta preocupación coincide con el próximo cierre de la base aeronaval norteamericana de Kenitra, en Marruecos, con la desaparición de los centros de comunicaciones de la marina norteamericana en Bouknadel y Sidi Yahia, también en Marruecos, y con la desnuclearización, el año que viene, de la base naval de Rota, en España.

Sin embargo, y dentro de un plan estratégico destinado a proteger la ruta del petróleo, Estados Unidos ha conseguido nuevas facilidades navales en el golfo Pérsico, principalmente en la base de Jufayr, en el emirato de Bahrein, y en la isla de Masira, en el océano Indico.