La Conferencia Episcopal italiana, contra el aborto

La Conferencia Episcopal italiana hizo pública ayer una declaración en la que fija su postura condenatoria de la ley del Aborto que ha entrado en vigor en Italia. Por su parte, la Congregación de Religiosas hizo saber, ayer también, que las monjas que trabajan como enfermeras abandonarán los centros sanitarios en los que se practique la interrupción voluntaria del embarazo, lo cual puede crear un colapso total en bastantes hospitales.

Señala que el aborto voluntario o provocado «está en abierta contradicción con la ley natural que dice: no matarás». Subraya que «quien realiza un aborto o coopera con él, aunque sea de modo indirecto, comete un gravísimo pecado contra Dios y los valores fundamentales de la convivencia humana». Afirma que el «fiel que se mancha con el abominable delito del aborto se excluye él mismo inmediatamente de la comunión con la Iglesia y queda privado de los sacramentos».

La declaración de los obispos, que se suma a las posiciones condenatorias lanzadas, primero, por el cardenal Poletti, y ratificadas, después, por Pablo VI, dice que «ninguna ley humana puede suprimir la ley divina» y que «toda criatura, desde su concepción en el seno materno, tiene el derecho a nacer».

Hace también un llamamiento a los médicos y sanitarios recordándoles «que tienen la grave obligación moral de la objeción de conciencia» prevista en la ley del Aborto.